Las zonas turísticas de Mallorca han vivido un invierno con bajas ocupaciones y rentabilidades. | Pere Bota

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La temporada de verano 2009 será recordada a nivel empresarial y turístico como la más atípica, la que mayores incertidumbres tuvo y la que más problemas debió afrontar, porque a la crisis económica y recesión en los mercados emisores, se sumaron la gripe A, los atentados terroristas y la generalización de las ventas de último momento, mejor dicho, de un día para otro, por la gran desconfianza que hubo en los consumidores, la cual cotinúa. Esta coyuntura adversa se extrapoló también a la temporada de invierno 2009/2010, calificada por el propio sector túristico como la peor vivida hasta la fecha en Mallorca
El balance del pasado invierno en la Isla, y más viendo lo sucedido de octubre de 2009 a marzo y abril de 2010, no es positivo, ya que se han cumplido las previsiones de un descenso generalizado de entre un 7 y un 10% de la cifra de visitantes vía aeropuertos y puertos. Además, han bajado las pernoctaciones, la ocupación hotelelera, los ratios de rentabilidad y, especialmente, de ahí la preocupación latente, el gasto turístico.
El duro invierno
Con la tasa de paro creciendo mes a mes y con los sectores productivos en mínimos, patronales, sindicatos, asociaciones empresariales y empresarios privados analizan cómo se tiene que afrontar las próximas temporadas de invierno.
La temporada de invierno pasada ha sido la más dura de la historia del turismo balear. Ni tras la Guerra del Golfo de 1991 ni de los ataques terroristas del 11-S la industria turística había vivido una coyuntura tan compleja, que ha ido paralela a la recesión técnica del resto de sectores productivos, caso de la construcción.
Si la temporada alta se ha acortado y en temporada baja vienen cada vez menos visitantes, ¿qué hoja de ruta hay que seguir para recuperar lo perdido en el inicio y final de la temporada alta y en el invierno?
En este punto, patronales, instituciones y sindicatos, tras ser encuestados a lo largo de este invierno, coinciden en señalar en que lo más sencillo es apostar por los incentivos fiscales y laborales, que en opinión de todos los agentes sociales tienen que afrontarse desde todos los estamentos y con el lógico apoyo de los partidos políticos parlamentarios.
CCOO y UGT abogan por un conjunto de medidas, entre las que destacan la diversificación de la oferta turística balear y la búsqueda de nuevos mercados emisores alternativos y emergentes. «Poco o nada se podrá hacer sin una política turística y económica adecuada que no apueste por el transporte aéreo, así como el incentivar a aquellos empresarios que mantengan abiertas sus puertas en invierno con todo tipo de incentivos de contratación laboral», explican desde ambos sindicatos.
La patronal CAEB afirma que hay que afrontar una «suma de factores, porque es vital adoptar medidas antes de que los touroperadores cierren sus contrataciones. La temporada de invierno va a ser muy dura y tendremos que obrar en consecuencia para próximos años, ya sea con incentivos fiscales y laborales, así como otro tipo de de medidas», indica su presidente Josep Oliver.
La PIMEM, que preside Juan Cabrera, tiene muy claro que el Govern «tiene que promover que se pueda negociar el pago de la Seguridad Social con cuotas de demora a intereses bajos, así como propiciar un marco temporal para evitar que los impagados y la morosidad se generalice. Si se aprobó un decreto de medidas urgentes para realizar inversiones, también se puede aprobar uno de noviembre a junio que incentive estas medidas».
Las patronales hoteleras, en concreto la Agrupació de Cadenes Hoteleres (ACH), piden coherencia al Govern y a los ayuntamientos. Al mismo tiempo la Federación de Mallorca y la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH) demandan promoción de aquellos productos desestacionalizadores (golf, spas, senderismo, náutica, congresos, etc.) y ser consecuentes con que en invierno «sólo la Bahía de Palma, el turismo urbano y ofertas muy selectas tienen posibilidades de éxito, de ahí que hay que promocionar y saber diferenciarnos de la competencia», indican desde la ACH.
En los mismos términos se expresan la Cámara de Comercio de Mallorca y la patronal de agencias de viajes Aviba. La patronal del comercio Afedeco, así como la de Restauración CAEB-Mallorca y la Asociación Empresrial de Actividades Turísticas de la Platja de Palma indican que hay que mejorar la calidad del producto, la formación y propiciar políticas de incentivos fiscales y promocionar lo que tenemos como destino de invierno con los productos turísticos alternativos al sol y playa.
De momento, algunos touroperadores ya han anunciado recortes para este invierno.