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La Conselleria de Turisme, la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) y la Agrupación de Cadenas Hoteleras de Balears (ACH) concidieron ayer en mostrar su preocupación por los efectos que se puedan derivar de la evolución de la nube de cenizas del volcán islandés a lo largo de todo el verano, tal y como vaticinan los vulcanólogos, en las reservas turísticas de último momento en todos los mercados emisores.
«Estamos preocupados por este fenómeno, ya que parece que se va a prolongar de forma periódica durante la actual temporada turística, lo cual nos intranquiliza porque afectará de lleno a las ventas de último momento, que es el modelo de comercialización que va a imperar a lo largo de toda la temporada 2010», señalaba ayer el director general de Promoció de la Conselleria de Turisme, Vicens Torres.
Incertidumbre hotelera
Desde la FEHM y la ACH admitieron ayer estar «muy preocupados» y mostraron su «incertidumbre» ante las decenas de vuelos cancelados el pasado fin de semana con conexión con el archipiélago (69 el sábado y 31 el domingo), junto a los seis vuelos candelados ayer con el Reino Unido, debido a la nube volcánica y, por ello, confiaron en que el ministro de Fomento, José Blanco, retrase finalmente la subida del IVA turístico al próximo 1 de noviembre, con el fin de paliar las pérdidas ocasionadas por este fenómeno meteorológico.
El el presidente de la FEHM, Antoni Horrach, y el de la ACH, Aurelio Vázquez, indicaron que aún no han valorado las nuevas pérdidas económicas, causadas por la nube volcánica, si bien destacaron que no se han producido las cancelaciones masivas de hace un mes. Pese a ello, Horrach aseveró que la incertidumbre «no nos permite estar tranquilos, ya que estamos todos los días mirando el cielo e informándonos de la actividad de los aeropuertos de Alemania, Gran Bretaña y España», debido a que se desconoce la progresión que tendrá la nube volcánica y «tampoco estamos recibiendo una respuesta de los que deberían darla sobre su evolución».
En similares términos se expresó Vázquez, quien reconoció estar «muy preocupado», teniendo en cuenta que esta situación no está «definitivamente vencida», de forma que las «intermitencias» de la nube volcánica sobre el Europa «genera bastante desconcierto».