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Las principales autoridades políticas de las Islas no asistieron ayer a la celebración de la patrona de Infantería, la Inmaculada Concepción, que tuvo lugar en la Base General Asensio, porque estaban intentando salvar el Pacto que les permite gobernar en el Ajuntament de Palma, el Consell de Mallorca y en el Govern. Así, no estuvieron presentes ni el president del Govern, Francesc Antich; ni la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar; ni la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, ni la alcaldesa de la capital balear, Aina Calvo. Tampoco hizo acto de presencia la consellera de Interior, Pilar Costa.
El delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socías, quiso restarle importancia a tan destacadas ausencias y argumentó que el puente y el buen tiempo habían contribuido a ello. No obstante, también reconoció que «hay una situación política complicada, que hay que sacar adelante» y señaló que para ello se estaba manteniendo una serie de reuniones que eran «prioridad en las agendas» de las autoridades. Socías destacó que había representación de todas las Instituciones. Así, del Parlament estaba el portavoz del PSIB-PSOE, Antoni Diéguez; del Consell de Mallorca el conseller de Presidència, Cosme Bonet; mientras que por parte de Cort asistieron el regidor de Seguretat Ciutadana, Antoni Donaire; el portavoz del grupo municipal del PP, Julio Martínez; y la ex alcaldesa Catalina Cirer.
Las autoridades no asistieron al acto, pese a que se había acordado que ni políticos ni militares harían declaraciones a los medios de comunicación.


Acto

En lo que se refiere al acto, se impusieron las corbatas a las unidades que han estado en Bosnia (2006) y en Kosovo (2008). Durante su intervención, el coronel jefe del Regimiento Palma 47, Francisco Lanza Molla, manifestó que los soldados que han estado en los citados escenarios han demostrado «iniciativa, espíritu de sacrificio y una capacidad cada vez más alta para resolver esas situaciones».
Ayer también se despidió a la Unidad de Artilleria Antiaérea de Balears que a partir del 1 de enero, como consecuencia del proceso de adaptaciones orgánicas del Ejército de Tierra, se traslada a Valencia para integrarse en el Regimiento de Artilleria Antiaéra nº81. De este modo, se pone fin a 480 años de presencia ininterrumpida de el citado regimiento en las Islas.