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La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, advirtió ayer que no dimitirá ni aceptará amenazas de ninguno de los socios. El Ajuntament de Palma es la única institución que genera incertidumbres de futuro mientras existe ya un acuerdo más o menos sólido para garantizar la gobernabilidad en el Govern y Consell de Mallorca. PSOE, Bloc y UM llegaron ayer a un principio de acuerdo sobre el código ético de buen gobierno que establece que ninguna persona imputada podrá ser nombrada cargo ejecutivo a partir de ahora. Sin embargo, los cargos imputados no deberán abandonar sus actuales responsabilidades.

Mientras tanto, la incertidumbre se mantiene en Cort por la guerra entre Esquerra Unida y Unió Mallorquina. Precisamente, la alcadesa de Palma declaró: «No abandonaré el compromiso que tengo con la ciudadanía y trabajaré por la ciudad hasta el final, pero tampoco gobernaré bajo amenaza», afirmó la dirigente socialista, que ha reiterado varias veces este mensaje a sus socios. Calvo elogió el esfuerzo de Antich por alcanzar un acuerdo con los socios de gobierno.