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José María Rodríguez, candidato del PP para presidir la junta local de Palma, cuestionó en una reunión interna el liderazgo de Bauzá y dijo que el presidente de los populares está rodeado de «ineptos». La última reunión de la junta insular del PP de Mallorca sirvió para modificar los calendarios de la renovación de las juntas locales, pero sobre todo puso en evidencia que Rodríguez y Jaume Font son muy críticos con la actual dirección regional que comanda Bauzá.

Dirigentes del PP que asistieron a la reunión del miércoles por la tarde confirmaron las duras palabras que dirigió Rodríguez contra Bauzá. En un momento de la reunión, Rodríguez dijo que Bauzá había sido elegido presidente del PP «en un tumulto», en referencia a que su designación se había producido en una ejecutiva regional, y no en un congreso. En la misma reunión, Rodríguez acusó a Bauzá de haberse rodeado «de ineptos», en referencia a las personas que integran el nuevo comité de dirección.

«La reunión fue muy desagradable y las palabras de Rodríguez eran innecesarias porque todos los acuerdos se adoptaron por unamimidad», dijo un alto cargo del PP. Todo lo ocurrido en la junta insular del miércoles, incluidas las duras palabras de Rodríguez, han quedado reflejadas en un acta interna que transcribe el partido en cada reunión.

Jaume Font, portavoz del PP en el Consell de Mallorca, también utilizó términos muy duros contra Bauzá, pero sobre todo por no haber sido elegido presidente en un congreso. En un momento de la reunión, según varios asistentes, Font llegó a plantear una rebelión contra la dirección nacional tras la decisión del Comité de Derechos y Garantías de anular las elecciones de Palma y proponer un cambio en las reglas de juego. Font es partidario ahora de elecciones directas, es decir, que participen todos los militantes. Sin embargo, Font no cuestionó el actual sistema de compromisario-el que siempre se ha utilizado en los congresos- cuando él mismo fue elegido en varias ocasiones presidente del PP de Mallorca.

La postura de Rodríguez y de Font está provocando un profundo malestar en la dirección regional, que entiende que en estos momentos deberían acabarse las guerras internas y aprovechar los momentos de debilidad de los partidos que integran el pacto de gobernabilidad. «En lugar de pelearnos deberíamos estar todos juntos para prepararnos y volver a gobernar en 2011», dijo una voz autorizada de la cúpula del PP. Mientras tanto, Bauzá intenta mantenerse al margen de polémicas, pero es muy consciente de los movimientos internos que existen en su contra, los mismos que hubo cuando Rosa Estaràs presidía el PP balear.

De hecho, Estaràs dejó la presidencia del PP balear entre otros motivos porque algunos dirigentes le hicieron la vida imposible, pero también y al ex secretario general, Guillem Estarellas. Éste último no dudó en abandonar el cargo el mismo día que Rosa Estaràs anunciaba su dimisión.

Bauzá ya ha anunciado que quiere convocar un congreso extraordinario en la próxima primavera, pero existe inquietud entre algunos dirigentes por el clima que se ha agravado tras la decisión del Comité de Derechos y Garantías de suspender las elecciones de la junta de Palma tras un recurso presentado por Francesc Fiol.

En estos momentos, la división que hay en el PP de Palma es el principal problema que tiene la nueva dirección de los populares. Se han producido distintos intentos para pactar una candidatura conjunta, pero todas las negociaciones han fracasado. Javier Arenas y Ana Mato llamaron a Rodríguez a Madrid para convencerle de que era más oportuno que no presentase candidatura, pero el ex secretario general del PP anunció su intención inamovible de presentar una lista y aspirar a presidir la junta local de Palma. Desde entonces, Rodríguez ha convocado distintos actos, algunos de ellos multitudinarios, y ha dejado claro que su objetivo es ser presidente del PP de Palma en las elecciones que se celebrarán a finales de noviembre.

Una parte importancia de la militancia del PP de Palma apuesta por Rodríguez como futuro presidente de la junta local, pero las últimas decisiones sobre el congreso local ha provocado malestar y ha trastocado los planes del dirigente popular. El anterior sistema de elección -sólo votaban los presidentes y secretarios de distrito- eran posiblemente más beneficiosos para los intereses de Rodríguez. Ahora, con un congreso abierto, el resultado es más incierto.