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Con el mejor sabor de toda una arraigada tradición en Mallorca, con motivo del Día de les Verges, muchos colegios e institutos celebraron ayer una jornada entre buñuelos y claveles. Quizás los más pequeños, de las escoletas y las aulas de Primaria e Infantiles, disfrutaron de la fiesta entre canciones como «clavelitos» anónimos a su significado, pero participativos en aprender la letra, saborear el rico buñuelo y recibir o entregar un bonito clavel a su compañera de pupitre. Muchos alumnos degustaron los buñuelos, tradicionales, de viento, crema, chocolate o nata tras el recreo o al finalizar las clases, otros, quizás los que menos se mostraron más tradicional e instalaron las gigantescas sartenes con aceite hirviendo y con la receta de la abuela, para deleitar, con un chupito de mosto incluido entre compañeros de clase, padres, abuelos y bisabuelos.

 

En la part forana, también se vivió de manera muy participativa la festividad de les Verges, al igual que la Nit de les Verges donde improvisadas tunas rondaron a las adolescentes, en los parques, bajo la ventana o al salir de clase. Una festividad simbólica para muchos y muchas, donde quizás nazca algo más que una amistad