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El acuerdo entre PSOE, UM y Bloc escenificado esta semana para salir de la crisis que mantenía a los nacionalistas fuera del gobierno del Consell abre una negociación a plazo fijo en la que se tendrá que decidir el futuro de las Àreas de Reconversión Territorial (ART) suspendidas por el pleno de la institución en enero pasado, algunas de las cuales siguen siendo objeto de investigación en la Fiscalía por supuestos «pelotazos».

Mientras la ART de Bonaire, en Alcúdia, se mantendría sin reticencias de ninguno de los socios del Pacto, y las de la Platja de Palma quedarían difuminadas en el conjunto del proyecto de reforma integral previsto para la zona, los problemas aparecen cuando se trata de las áreas de Es Carbó-L'Ullal (Pollença), las de Campos y la de Es Crevers (Marratxí).

En el Bloc no son partidarios de permitir una urbanización en L'Ullal a cambio de suprimir otra en Cala Carbó, porque consideran que se vería seriamente afectado el humedal de la zona, cuyos límites han sido trazados ya por la Conselleria de Medi Ambient para incluirlos en el Pla Hidrològic de Balears, pendiente de aprobación. Además, advierten que la desclasificación de la urbanización de Cala Carbó ya ha sido aprobada. En cambio, UM y PSOE apoyan el desarrollo de la urbanización de L'Ullal fuera de la zona delimitada del humedal con 972 plazas a cambio de suprimir el hotel Don Pedro, en Cala San Vicente, y los dos únicos solares de Cala Carbó que siguen siendo urbanizables.

En el caso de las ART de Campos, cuyo desarrollo reducido hasta un total de 1.500 plazas turísticas, frente a las casi 3.000 previstas en el Plan Territorial, defienden UM y PSOE a cambio de la renuncia de los nacionalistas a Son Baco, también encuentran el rechazo del Bloc.

También plantea dudas la situación de la ART de es Crevers, ya que una sentencia del TSJB invalidó la permuta de uno de los urbanizables de Alcúdia por tratarse de suelo rústico, lo que, según el Bloc, anula toda la ART. Pero en UM consideran que sigue en pie con el otro urbanizable de Alcúdia.

Ordenació del Territori del Consell trabaja ahora en la elaboración de un documento que incluya la situación jurídica de cada ART. Ese documento, que se intentará que «vaya bien a todos», será el punto de partida en la comisión de trabajo que será convocada en breve plazo.