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El pacto se salvó de madrugada. El acuerdo se alcanzó casi a las dos de la madrugada después de intensas negociaciones y de muchos desencuentros. Al acabar la reunión, la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, acompañada por el presidente de UM, Miquel Àngel Flaquer, y la dirigente del Bloc Joana Lluïsa Mascaró, anunciaron que se había alcanzado un acuerdo. «Hemos acordado que se recupera la estabilidad en el Consell», declaró Armengol al acabar la reunión. Antoni Pascual, Dolça Mulet y Cati Julve se incorporarán de nuevo al gobierno del Consell.

 

Flaquer se limitó a explicar que su partido retiraba la enmienda de Son Baco, la gran amenaza para la continuidad del Pacte. Durante esta mañana los socios de gobierno tienen intención de ofrecer una rueda de prensa y explicar los detalles del nuevo acuerdo, que garantiza la continuidad del pacto hasta que concluya la legislatura.

 

La clave del desencuentro de la crisis originada en el Consell de Mallorca es el urbanismo y, más concretamente y pese a todas las excusas que se pusieron entonces, el campo de golf de Son Baco y sus posibles alternativas. En este sentido, la reunión del Consolat todavía no ha servido para cerrar la situación de Campos. Las alternativas a Son Baco deberán estudiarse en los próximos días ya que en la reunión no se alcanzó un acuerdo definitivo, pero la retirada de la enmienda por parte de UM facilita el entendimiento.

 

«Todos los escenarios están abiertos». Así resumió la secretaria de Organización del PSIB, Rosamaría Alberdi, el mensaje lanzado por el president en la segunda de las reuniones celebradas ayer. Esa segunda reunión se interrumpió para que tanto Bloc como Unió Mallorquina maduraran sus propuestas y las llevaran a una posterior reunión.

 

Para las nueve de la noche, aunque comenzó media hora tarde, estaba prevista la tercera de las reuniones. Biel Barceló, antes de acceder al Consolat de Mar, insistió en que su formación no participará en «un cambio de cromos». Barceló venía de una reunión de coordinación del Bloc. El mensaje que lanzó es que el pacto, al menos en el Parlament y en el Consell, podía quedar roto esa misma noche. Barceló explicó que el gobierno en minoría era la opción más factible, concretamente un gobierno PSIB-Bloc, al menos en el Consell. Otras fuentes del PSIB, sin embargo, aludían a un gobierno entre socialistas y UM ya que, entonces consideraban que quien ponía trabas era el Bloc y no Unió Mallorquina.

 

El Consejo Ejecutivo (gobierno) del Consell se reúne esta mañana y todo parecía indicar anoche que Francina Armengol se presentará a la reunión con la reincorporación a sus cargos de Pascual, Mulet y Julve. Armengol y Maria Lluïsa Dubón estuvieron siempre con Antich en las negociaciones del Consolat de Mar. La idea era acotar la crisis en Govern y Consell pese a que no se les escapaba que esta salpicaría a Cort. Flaquer y Melià, además de Cati Julve, negociaron en nombre de UM y los interlocutores del Bloc fueron Biel Barceló, Joana Lluïsa Mascaró y Fina Santiago.

 

La última reunión del Consolat conenzó con dos puntos sobre la mesa, que enfrentaban a UM y Bloc: Son Baco y Plan de Carreteras. El Bloc pretendía que UM retirara su enmienda sobre Son Baco y abrir un plazo de dos meses para hablar de las ART. UM exigía una clarificación inmediata.

 

De acuerdo a la información previa al inicio de la reunión, UM habría cedido mucho en la cuestión de las ART, pero finalmente retiró la enmienda de Son Baco.

 

Dicha enmienda tenía que someterse a votación en el Parlament en la reunión de la ponencia parlamentaria. Antich había dicho que si se mantenía la enmienda, el pacto podría darse por roto, pero el acuerdo llegó de madrugada.