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El alcalde de Campos y dirigente de UM Guillem Ginard dejó ayer claro que no ha dado por perdida la batalla por construir el campo de golf de Son Baco, que fue el primer detonante de la crisis política que sacude la comunidad autónoma. Fue claro al decir que «no aceptaré chantajes» del Bloc.

El próximo jueves se tiene que discutir en el Parlament una enmienda que UM presentó de forma unilateral a llamado «decreto Nadal' para hacer posible el golf.

Acuerdo
Joana Barceló, portavoz del Govern, se refirió a este asunto y dijo que «no queda muy lejos» un posible acuerdo con Unió Mallorquina (UM) para que retire su enmienda. «Nos gustaría no tener que votarla», precisó. Y añadió que este campo de golf no estaba en el pacto y que se presentó de forma unilateral. Barceló hacía esta declaración poco después de que el president Antich se reuniera con Francina Armengol.

Por la tarde, Ginard advertía en un comunicado que ue «no se moverá ni un milímetro» acerca de la necesidad de construir el golf de Son Baco y su oferta complementaria, ante las «amenazas y faltas de respeto» del Bloc, que había dicho que no permitirá que UM vuelva al Consell si se hace este proyecto
UM de Campos explicaba que no modificará la postura aprobada por el pleno del Ayuntamiento en marzo apoyando la construcción del golf y un hotel anexo, así como otras diez propuesta para fomentar las inversiones en el municipio.

Para Biel Barceló, líder del Bloc y secretario general del PSM, «parece que Ginard antepone sus deseos de continuar siendo alcalde a cualquier solución».

Si se rompiera el pacto en Campos, Ginard podría continuar como alcalde ya que hace dos años se firmó un acuerdo para turnarse en la Alcaldía.