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Dirigentes y cargos del PSOE y del Bloc expresan estos días su temor a que «una UM muy fraccionada» provoque, a la larga, una ruptura que vaya más allá del Consell y que se extienda a las demás instituciones. Hay quienes han dicho a este diario que sólo renegociar los pactos 'a la baja' salvaría esta posibilidad.

Aunque la portavoz del Ejecutivo, Joana Barceló, hizo ayer un llamamiento a la calma, lo cierto es que el nerviosismo y la sensación de no cerrar ningún acuerdo se están apoderando de los partidos que forman el Govern.

Barceló no descartó ayer una reunión como la que el día anterior había solicitado Joana Lluísa Mascaró, vicesecretaria del PSM, con todos los firmantes del pacto, incluido Francesc Antich y Maria Antònia Munar. «Se celebrarán las reuniones que hagan falta», dijo Barceló en su comparecencia tras la reunión del Consell de Govern en la que confío en que «de forma inmediata» se concrete algún acuerdo. Barceló precisó, no obstante, que el plazo de «una semana» dado el sábado por Francesc Antich, no finaliza hoy sino «la semana que viene».

Hay varias cuestiones que hacen pensar que las cosas no van bien según la información recogida por este diario en diversas fuentes: una es el pulso sobre Son Baco (del que se informa en la página siguiente); otra es que las reuniones entre Armengol y Flaquer se realizan en un clima de «desconfianza» y que no se cierran acuerdos; otra que no hay garantías de sacar adelante las grandes leyes que preparara el Ejecutivo y que Tomeu Vicens (supendido en UM) está presentando enmiendas que Unió Mallorquina comparte pero que no presenta. Además, la actitud de una parte de Esquerra Unida (que insiste en reclamar la dimisión de Nadal) lleva al Bloc a pensar que da argumentos a Unió Mallorquina para romper. Ayer se produjo un epidio más de esta polémica.

Grosske y Aguirre

En Madrid, Eberhard Grosske (que es dirigente federal de Izquierda Unida además de dirigente de EU) dijo que sería un poco penoso» que, en lo referente a medidas desde las instituciones ante supuestos casos de corrupción, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, «diera lecciones a la mayoría progresista de Balears», sobre todo teniendo en cuenta que el archipiélago está «castigado» por los numerosos casos que han aparecido.

Grosske aprovechó su presencia en Madrid para pedir la dimisión de Miquel Nadal sin esperar a que se le impusieran medidas cautelares.

Joana Barceló dijo sobre este asunto que tanto Nadal como el resto del Govern tienen claro que dimitiría si está situación se concreta y evitó polemizar con EU.

 

El president Antich se ha implicado directamente en las negociaciones y, ayer mismo, se reunió con Francina Armengo en el Consolat de la Mar. También mantiene reuniones con la número dos del partido y con otros cargos, además de conversar con Flaquer y con Munar. El líder del Bloc, Biel Barceló, también habla con el PSOE y con UM, aunque no se ha producido de momento ninguna reunión de todos los partidos que gobiernan en las isntituciones, lo que para el PSM es una anomalía.

El coordinador general de Esquerra Unida, David Abril, se puso ayer en contacto con este diario desde Bolivia para mostrar su incomodidad con unas declaraciones de Grosske en las que aseguraba que si Nadal no dimitía se reuniría el Consell Polític para valorar, entre otras cuestiones si EU salía del Govern. Dijo que el autorizado para hablar de este asunto era él o Emylse Más.