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EUROPA PRESS/R.L. El Obispado de Mallorca «desaconsejará» a los feligreses de sus iglesias que se abstengan, de ahora en adelante, de realizar algunos de los actos simbólicos que tenían lugar durante la celebración de la eucaristía o las oraciones en los templos, como darse la mano, besar reliquias e, incluso, mojarse los dedos con agua bendita, todo ello a causa del brote de Gripe A/H1N1.

Así lo manifestó la Diócesis de Mallorca, en un comunicado difundido ayer, en el que precisó que «cada comunidad parroquial, con su rector o responsable al frente, tomará las medidas de prevención pertinentes que considere necesarias», aunque, «en todo caso, será decisión de cada rector activar los protocolos de prevención que crea oportunos», precisó.

La Diócesis «se pone a disposición» de la Administración para colaborar en «todo aquello que se aconseje» desde la Conselleria de Salut y Consum. Y, de hecho, el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, «ya se ha puesto en contacto» con el conseller Vicenç Thomàs para «ofrecerle» su total apoyo en cuanto a las tareas de prevención de la gripe A.

A principios del mes de septiembre la iglesia de Bunyola retiró el agua bendita de las pilas para evitar el contagio de la nueva gripe y el Obispado aseguró que no había ningún problema en que las parroquias apliquen las actuaciones que estimen convenientes. Ahora han hecho públicos una serie de consejos que servirán de directriz a las distintas parroquias y a sus feligreses, pero que no suponen ni una orden ni un límite. De momento la prevención de la gripe A dependerá principalmente de cada uno de los asistentes a las eucaristías.

Las directrices de la Diócesis de Mallorca pueden suponer el fin de la incertidumbre que aún existía en varias parroquias consultadas por este diario en las que sus responsables afirmaban estar a la espera de que el Obispado les diera las instrucciones a seguir.

El obispado de la Isla informó que será decicisón de cada rector activar los protocolos de prevención que crea oportunos ante la posible expansión de esta nueva epidemia en las parroquias. Especialmente en los actos multitudinarios y en la época invernal que se acerca, cuando la gripe más afecta a la población.