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Se calcula que este año algo más de 2.500 alumnos ingresarán en la UIB para cursar primer curso de una carrera.
Ayer, los que quisieron, se pasaron por las instalaciones para conocerlas. Fue, por decirlo de algún modo, una jornada de puertas abiertas guiadas, que pese a ser día nublado algo lluvioso "lo que obligó a suspender algunos de sus actos: una exposición de vespas" fue un éxito.

Así, desde las nueve de la mañana en adelante, los nuevos alumnos tuvieron noticia de cómo será el curso que les espera. Cada uno las recibieron en el salón de actos correspondiente a su facultad. Fue una sesión en vivo, en directo. Lo decimos porque, por ejemplo, frente a los nuevos de Derecho se sentaron un notario, la decana de Derecho, una abogada y una alumna que terminó la carrera el año pasado. Todos, ex alumnos de la UIB. Todos contándoles sus experiencias y lo que se pueden encontrar a lo largo del curso. Antes de celebrar esta mesa redonda, estos alumnos habían guiado una visita a campus y otra a la Biblioteca.

Mientras, en el hall del edificio Jovellanos, que fue uno de los de mayor actividad del campus, se había montado la Fira d'Entitats: a través de mesas alineadas, los nuevos podían recibir todo tipo de información en lo referente a los servicios de la UIB, en la que, obviamente, no todo es estudiar. A todo esto, una banda de músicos arrancaba desde el bar de este edificio tratando de organizar, sin apenas éxito pese a su buena voluntad, un pasacalles... ¡Ah, bueno! en la piscina también hubo actividad: inicio al buceo; así como en otros lugares, donde tuvieron lugar exhibiciones de capoeira, jam session, etc., además de almuerzo gratuito. ¿Que qué opinan los alumnos de lo que será su segunda casa en los próximos cuatro o cinco años, o puede que más...?
En líneas generales, a esta primera jornada de puertas abiertas la califican, cuando menos, de «interesante». Casi todos coinciden en que como va a haber más libertad y menos control, «la responsabilidad es mayor por nuestra parte».

Al no pasar lista, saben que el colega te puede pasar los apuntes, «con lo cual puedes permitirte no ir a clase. Pero aquí se aprueba yendo a las clases, no sólo con los apuntes».

Dos alumnas de grado de Educación Primaria se acababan de enterar, a través de esa primera toma de contacto con los profesores, que en cuatro años tendrán 240 créditos; que cada curso es de 60 créditos, a 6 por asignatura, que en total serán diez. Y se alegran de que en vez de dos exámenes, «la evaluación sea continua, ya que así tenemos más oportunidades de aprobar». En cuanto al costo de la matrícula, excatamente lo desconocen «pero será alrededor de los 700 euros», y en cuanto al de los libros, «ni idea». Y respecto a lo que más llamó la atención de la primera visita al aula, no fue ni las dimensiones de ésta, ni la situación del profesor respecto a ellos, «sino que en ella vimos algunos alumnos, que serán compañeros nuestros, de más de 25 años».

Es la grandeza de la universad: que no pone fronteras a quien esté capacitado para asistir a ella.