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Una empleada de Nimbus ratificó ayer que la empresa pagó comisiones al gerente del consorcio encargado de construir el Palma Arena: Jorge Moisés. La empresa fue la adjudicataria de todos los contratos de publicidad generados por el consorcio. La testigo identificó detrás de las siglas J. M. al ex gerente sin «ninguna duda». Es más, cuando los investigadores le presentaron dos facturas, la mujer aseguró que camuflaban sendas entregas de dinero. En una el concepto es de gastos de restaurante, en la otra consta una factura de gorras.

En concreto, sobre la segunda manifestó ante el juez José Castro que se trata de una factura que se le pagó en un caso concreto a Moisés. Sobre el destino de la encubierta como pago de gorras, afirmó que no sabía seguro si era para Moisés o para otro de los «comisionistas habituales». La testigo afirmó que se trataban de comisiones ya que si se trataba de un empleado de la propia empresa quien recibía dinero, no se hacía constar. También aseguró que creía que el pago de las comisiones los realizaba el dueño de Nimbus, Miguel Romero.

En su declaración ante el juez instructor del caso Palma Arena, Romero ya había asegurado que pagó a Moisés comisiones que oscilaban entre el tres y el ocho por ciento, como contraprestación por los proyectos que la empresa recibía sin respetar los trámites administrativos. Nimbus, según admitió su responsable en el juzgado, habría facturado con el Govern durante el mandato de Jaume Matas 1'8 millones de euros a través de contratos menores, para los que no se realizaban concursos públicos.

Romero también apuntó a la secretaria general técnica de la Vicepresidencia del Govern, Jane King, aceptó fraccionar pagos para poder contratar a Nimbus 'a dedo'. La empleada que testificó ayer aseguró que no conoce a Jane King y que tampoco sabe nada sobre la práctica de fragmentar los proyectos. Tampoco manifestó nada sobre que King figurase en la lista de regalos que realizaba la empresa. También declaró ayer como testigo uno de los encargados de la empresa que llevaba la seguridad y la limpieza del Palma Arena. Éste afirmó que no ha podido encontrar el contrato y que cree que todas las facturas son reales, pero que alguna puede contener errores en el concepto.