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A.MATEOS Cort está haciendo todo lo posible por convertir a la capital balear en una ciudad para los ciclistas. Sin embargo, ha obviado que para ello uno de los requisitos es que conozcan la normativa. Para comprobar el elevado grado de desconocimiento basta con dar un paseo por Palma. Circular por las aceras es una de las infracciones más comunes que cometen los ciclistas, ya que únicamente pueden hacerlo si van al mismo paso que los peatones (según recoge la ordenanza municipal), algo que por regla general no sucede. Algunos cometen la osadía de ir por la acera incluso cuando hay carril bici.

Aparcar las bicicletas en las aceras, atadas a los árboles o farolas es otra de las normas que incumplen, ya que son consideradas vehículos y deben aparcar en los lugares habilitados para ellos, en el caso de que no haya específicos para bicis.

Si conductores y peatones cumplen la normativa, ¿por qué no lo hacen los ciclistas?