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A pesar de las diversas nacionalidades que se dan cita a lo largo y ancho de Mallorca, ya sean argentinos, holandeses o españoles, los gustos de los jóvenes son similares a la hora de disfrutar de sus vacaciones.

Como destino preferido todos han elegido la playa para relajarse y broncearse junto a sus colegas sin pensar en el trabajo y el estrés del día a día. «Bajamos a la playa tanto por la mañana como por la tarde, pero por la noche dejamos a un lado la relajación y vamos a los garitos de moda».

Pero no toda la jornada playera resulta de su agrado ya que a la hora de refrescarse y comer en algún chiringuito los precios son muy elevados, por lo que los bocadillos hechos en casa están muy presentes en las playas. «Si nos gastamos el dinero para comer aquí en la playa, no nos queda para la noche», asegura Sergio, madrileño que está pasando sus vacaciones en la zona de s'Arenal.

Pero el elevado precio de la diversión no se queda en la zona de playa, ya que a la hora de elegir sitio donde pasar la noche muchos son los problemas que se encuentran los jóvenes debido al encarecimiento de los precios. «Por aquí por el Marítimo, es muy difícil encontrar algún sitio económico para cenar y para salir de fiesta. Sin duda, la mejor opción es ésta, el botellón», declara Cristina, procedente de Santander, quien ve que las discotecas son muy caras en relación con su ciudad, afirmación que también comparten los mallorquines, que también acuden las noches del viernes y sábado y fiestas puntuales a hacer botellón a lo largo de todo el Passeig Marítim. «Las discotecas son caras; veo un robo que te hagan pagar por entrar a una discoteca 18 euros y sólo te den una consumición, ya que no tienen nada de especial y encima seguro que es de garrafón», señala Albert, joven mallorquín de 19 años que acude todas las noches a una discoteca de moda porque su amigo Luis es relaciones públicas.

Pero a pesar de los elevados precios, muchos son los jóvenes que acaban entrando a estas discotecas por ser el punto de encuentro de muchos de ellos. «Por muy elevado que sea el precio, para unos días que venimos de vacaciones gastamos lo que sea con tal de pasarlo bien y conocer gente nueva», señaló Javier, madrileño que ha elegido pasar las vacaciones en un hotel con 'todo incluido', una de las opciones más elegidas por los turistas.