Durante el verano muchas personas acuden a la playa para bañarse, tomar el sol, jugar a voley-playa, a las palas o simplemente para descansar y relajarse.
Si echamos un vistazo en cualquier playa podemos comprobar que muchos bañistas aprovechan para leer aquel libro que no han podido leer durante el resto del año. Otros simplemente se llevan la prensa diaria o las revistas. Los menos, simplemente no conciben el ir a la playa sin la compañía de un buen libro y devoran uno tras otro durante sus vacaciones. Entre los jóvenes, hay quienes se llevan apuntes para preparar oposiciones o exámenes.
Lo curioso es que existen mil y una posturas y maneras de leer. Los hay que prefieren comodidad, por ello eligen las hamacas para disfrutar de su libro, revista o periódico preferido y se refugian del sol debajo de las sombrillas. Por otro lado, están los más preparados y prudentes, que se traen ya de casa sillas y sombrillas para así ahorrar gastos en estos tiempos de crisis. Además, se protegen del sol con accesorios como gafas de sol y sombreros de estilos muy variados, aunque predominan los de paja o visera.
Entre los diarios destacan los de información local y los deportivos, las revistas del corazón, las femeninas y las de motor. En cuanto a libros, hay de todo; best sellers, novelas o libros de viajes.
Siempre es un buen momento para la lectura y si no tenemos que estar pendientes del reloj, todavía más.
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