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Considerada una de las obras faraónicas de la anterior legislatura, el Palma Arena se presentó como un proyecto modélico. Detrás de la «obra modélica» se escondían importantes deficiencias técnicas y, sobre todo, un sobrecoste de las obras difíciles de justificar. El velódromo se inauguró con el Mundial de Ciclismo de Pista en marzo de 2007 y, con el cambio de gobierno, se detectaron numerosas irregularidades. El Govern estudió la documentación y la envió a la Fiscalía. A principios de esta semana se produjo la detención de los implicados en el «caso Palma Arena». Esta es la historia del último escándalo político de la «era Matas»:

Revisión de las obras. Los principales representantes del Consorcio para la construcción del velódromo visitaron el 30 de enero de 2007 el Palma Arena. Jaume Matas, Rosa Puig, Pepote Ballester, Catalina Cirer, Rafa Durán y Antoni Palerm, algunos de ellos detenidos en los calabozos durante estos días, realizaron un recorrido por la instalación por espacio de una hora recibiendo la pertinente información del desarrollo de la obra.«Es la obra más importante que se ha realizado en Mallorca, incluso por encima del propio ONO Estadi, y creo que es una infraestructura deportiva que se ha hecho de un forma sigilosa, porque es un edificio muy grande y que tiene poco impacto visual y que está bastante integrado en el paisaje», declaró Matas. El ex president calificó de «un milagro» que la obra estuviese antes de los mundiales.

Inauguración. El 30 de marzo, el velódromo era inaugurado oficialmente con la celebración del Mundial de ciclismo en pista. Asistieron las principales autoridades de Balears.

Ampliación presupuesto. Cinco días antes de las elecciones celebradas en mayo de 2007, el consorcio del Palma Arena aprobó un incremento del presupuesto de las obras. El Palma Arena cuenta con 90.000 metros cuadrados imponentes y tiene una capacidad para 4.500 espectadores. La cuerda de la pista es de 250 metros. El recinto cuenta con un aparcamiento cubierto con capacidad para 250 vehículos.

Investigación. La Fiscalía Anticorrupción comenzó a investigar en agosto de 2008 el coste final del recinto deportivo Palma Arena, que fue muy superior al presupuesto inicial. El Palma Arena costó más de cien millones de euros a las arcas públicas, frente a los 46'4 presupuestados en un principio. Además, la Conselleria d'Esports t detectó fallos en la construcción como, por ejemplo, la existencia de algunos elementos inacabados.

Visita. Una comisión judicial encabezada por el juez José Castro y los fiscales anticorrupción, Juan Carrau y Pedro Horrach realizó en noviembre de 2008 una inspección de casi cuatro horas, de las instalaciones del Palma Arena. Los responsables de la investigación recorrieron la instalación deportiva de punta a punta para conocer la situación de las obras y constatar el agujero económico generado durante las obras de construcción del recinto. Se estaba recabando información.

Testimonio. El arquitecto alemán Ralf Schürmann declaró el 12 de diciembre de 2008 ante el juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro, y el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach. Shürmann declaró que el Govern de Jaume Matas le despidió de forma arbitraria, ya que había cumplido con todos los plazos previstos, y recordó que todavía le adeudan dos millones de euros. El Govern le comunicó que sólo había cumplido entre el 5 y el 7 por ciento de los plazos de ejecución de obras previstos.

Homologación. La Unión Ciclista Internacional (UCI) comunicó en junio oficialmente al director técnico del Palma Arena, Joan Llaneras, que no homologará el velódromo palmesano. La UCI argumentó que la tarima de parquet no reunía las condiciones para albergar grandes competiciones ciclistas, pese a que allí se celebró el Mundial de 2008. La UCI alegó que los listones de madera no empezaban y terminaban sobre las vigas que conforman la estructura de la pista. La única solución pasaba por desmontar la tarima de parquet y volver a montar una nueva, algo tremendamente costoso.

Detención. Después de más de un año de investigaciones, el juez Castro ordenaba esta semana la detención de los supuestos responsables de las anomalías detectadas en el Palma Arena. Prácticamente todos ellos permanecieron las 72 horas reglamentarias en los calabozos antes de declarar ante el juez instructor del caso.