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Las regatas de la Copa del Rey no sólo se centran en navegar. También hay sitio para la diversión.
El Real Club Náutico de Palma, en colaboración con una de las más punteras discotecas de la Isla, que también patrocina un barco de regatas, organiza todos los días una fiesta con un fin solidario. Por eso, los regatistas no se quieren perder el sarao y disfrutan de la música que ambienta la carpa situada cerca de los pantalanes.

Casi todos los regatistas que por las mañanas disputan el circuito aportan un poquito de su dinero para el fin solidario: ayudar a niños enfermos. Y como el precio no es muy elevado, la fiesta y alegría está asegurada, pero nada que un buen desayuno a la mañana siguiente no pueda solucionar.

Una vez que la fiesta se acaba en la carpa del Náutico algunos se dirigen a sus hoteles para descansar. La dureza de las regatas exige que muchas personas tengan que cuidar su cuerpo y mantenerlo sano y salvo para volver a afrontar un nuevo día de regatas.

Muchos otros se pierden en la noche, en los ligoteos y en las copas. Marsalada es una de las discotecas donde los regatistas continúan la fiesta y donde mejor se lo pasan. Ambiente tranquilo, sin problemas y donde se puede tomar tranquilamente una copa en la terraza o dentro del local.

La verdad es que con campeonatos así es lógico que impere el buen rollo y se formen nuevas amistades entre los tripulantes de cada embarcación.