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La alcaldesa de Palma, la socialista Aina Calvo, dio a conocer ayer, en rueda de prensa, que ha firmado un decreto que permitirá que a partir del próximo mes de septiembre, los bares, cafeterías y restaurantes de La Rambla dels Ducs de Palma de Mallorca puedan poner terrazas en la parte central del paseo durante todo el día. Las terrazas podrán abrir hasta las 21.00 horas durante el invierno y hasta las 22.00 horas durante los meses de junio, julio y agosto. El objetivo de este horario, «muy limitado», sería poder «garantizar el descanso de los vecinos de la zona».

Calvo estaba acompañada por la teniente de alcalde de Turisme i Comerç, la socialista Joana Maria Borràs; el coordinador general del Institut Municipal de Formació, Ocupació i Foment (IMFOF), Llorenç Palmer, y el representante de restauración de la CAEB, Antoni Mas. La alcaldesa destacó que con esta iniciativa municipal se pretende «revitalizar» y «dinamizar» esta zona de Palma, y también conseguir la «conexión» comercial entre la calle Oms y la calle Unió.

Borràs recordó que en La Rambla hay en estos momentos ocho establecimientos de restauración, de los cuales cinco se han mostrado ya interesados en este nuevo proyecto.

La regidora también explicó que se trata de una medida «excepcional y singular», que tendrá una duración de cuatro años. Una vez pasado ese periodo de tiempo, se hará una evaluación de esta experiencia.

En principio, dicha iniciativa no sería extrapolable a otras zonas de Palma, si bien Borràs indicó que sí podría estudiarse más adelante la posibilidad de poder implantarla en el Passeig des Born, siempre y cuando esta medida fuese solicitada por los establecimientos de la zona y contase con el máximo consenso de los afectados.

La edil señaló, asimismo, que en el caso de La Rambla, su departamento habría conseguido «consensuar voluntades hacia esta iniciativa».
Los establecimientos interesados deberán solicitar la preceptiva licencia de ocupación de la vía pública. En total se autorizarán ocho mesas por licencia concedida.

En el mencionado decreto también se señala que será necesario que haya un paso de peatones próximo al establecimiento que haya solicitado poder instalar una terraza.

El documento indica igualmente que esta actividad no podrá interferir en las actividades de los quioscos de flores, por lo que las terrazas deberán estar a una distancia mínima de cinco metros de los mismos.

El mobiliario de todas las terrazas será del mismo estilo y color, previa aprobación del Ajuntament.
Borràs también señaló que «en todo momento» prevalecerá el derecho del Ajuntament de realizar actividades singulares en la zona, como mercadillos, exposiciones, ferias o actividades ciudadanas.

La edil también indicó que habrá tres conmemoraciones especiales en las que tendrán preferencia en la ocupación del espacio central del paseo los titulares de los quioscos de flores. En concreto, se trata de los días 13 y 14 de febrero, con motivo del 'Día de San Valentín', los días 30 y 31 de octubre, y 1 de noviembre, debido a la festividad de Tots Sants, y el primer fin de semana de mayo, coincidiendo con el 'Día de la Madre'.

Borràs dijo, por último, que las 10 floristerías de la Rambla «están contentas» con este proyecto, que también tendría el apoyo de los vecinos.
Preguntada la alcaldesa por los posibles problemas que podría crear en la zona el hecho de que los camareros tengan que cruzar la calle para poder atender a los clientes, indicó que «tenemos que ser capaces de gestionar una circulación segura» y «transformar una dificultad en un reto». En este sentido, puso el ejemplo de Las Ramblas de Barcelona.