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El teniente de alcalde de Benestar Social i Participació, Eberhard Grosske, del Bloc, dio a conocer ayer que el 'Servei de guarda i suport a l'aparcament' "rebautizado ahora como 'Servei de suport a la ciutadania'", que entró en funcionamiento a finales de febrero y que acabó el pasado viernes, podría volver a ponerse en marcha a finales de este año, con la introducción de varios cambios sobre el proyecto original. Grosske presentó ayer el balance de los seis meses de funcionamiento de esta «experiencia piloto», que calificó como «positiva». El edil estaba acompañado por la psicóloga y coordinadora del proyecto, Pilar Fuertes.

En la primera fase participaron 21 personas, «paradas de larga duración», que no serán contratadas de nuevo, debido a que en la segunda fase se quiere incorporar a otras personas que hayan estado también desempleadas durante un largo periodo de tiempo. La financiación de esta iniciativa correspondería nuevamente al Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB).

Grosske señaló que dicho programa nació con el doble objetivo de «dar respuesta al fenómeno de los aparcacoches 'alegales'» y «generar ocupación para personas con dificultades de inserción laboral». Los resultados serán presentados a la Federación Española de Municipios y Provincias.

El edil indicó que las modificaciones que prevé introducir serían convertir esta iniciativa en un «servicio de proximidad», ampliar el horario, que sería de mañana y tarde, buscar una mejor coordinación con la Policia de Barri e integrar a «aparcacoches 'alegales'». En estos momentos aún no está decidido cuántas personas se contratarán en la segunda fase de este programa ni dónde llevarán a cabo su labor.

Cabe recordar que en el pasado mandato, que presidió la popular Catalina Cirer, se puso en marcha otra iniciativa pionera, que tenía como objetivo la inserción sociolaboral de los guardacoches.