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El Port de Palma está perdiendo cuota de mercado en el ámbito del turismo de cruceros por no disponer de mejores infraestructuras, pese a los esfuerzos que está realizando la Autoritat Portuària de Balears para solventar esta deficiencia endémica que denuncian todas las patronales turísticas de las Islas. Para este año, según fuentes portuarias, está prevista una caída del 12% en el número de escalas, aunque se prevé que la cifra de pasajeros sea muy similar a la de 2008, un millón de cruceristas.

«Es cierto que las previsiones apuntan a un descenso de las escalas del 12% para el conjunto del año. En este mes de agosto está previsto un descenso del 19%, puesto que pasaremos de las 61 del pasado año a las 49 escalas de 2009. Curiosamente, en septiembre esperamos un alza del 16%, ya que tendremos cerca de diez escalas más, al esperar 65», apuntaron desde la Autoritat Portuária de Balears.

La Cámara de Comercio de Mallorca ha afirmado en varias ocasiones que el Port de Palma necesita inversiones urgentes para no quedar obsoleto, «ya que se ha quedado pequeño frente al mercado actual del tráfico de pasajeros y mercancías, afectando ello al movimiento de cruceros y al propio suelo industrial. Necesitamos urgentemente inversión estatal, porque en caso contrario seguiremos perdiendo competitividad y cuota de mercado, que está siendo captada por otros puertos del litoral pensinsular y de la cuenca mediterránea», según explica el presidente de la entidad cameral, Joan Gual.

Este hecho, así como las quejas de touroperadores, agentes de viajes y navieras, es lo que ha propiciado que la Autoritat Portuària, para intentar paliar esta situación, es lo que ha obligado a aumentar la línea de atraque del muelle de Poniente Sur en dos prolongaciones de 50 y de 380 metros. Una obra pendiente de la tramitacion de estudio de impacto ambiental y que una vez concedida se realizará en el plazo de un año.

Mientras esto sucede, el Port de Palma no puede albergar toda la actividad de cruceros circula por el Mediterráneo, beneficiándose de ello los puertos de Barcelona, Tarragona y Valencia, que ya ha comenzado a captara cruceros en detrimento del Port de Palma. La CAEB también ha denunciado esta situación y exige las inversiones necesarias, que la Cámara de Comercio de Mallorca califica de vitales para la economía de Mallorca y para el propio sector náutico.