TW
0

Es una evidencia que las encuestas son sólo eso, una muestra más o menos representativa del sentir de la sociedad. Y también es cierto lo que suelen argüir los políticos al afirmar que el sondeo definitivo es el que sale de las urnas. Sin embargo, debe tomarse buena nota de cuáles son las tendencias, porque éstas indican el grado de sintonía de los ciudadanos con quienes tienen la responsabilidad de gobernar.

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) indica que el Partido Popular (PP) adelanta en intención de voto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por primera vez desde los comicios generales de 2004. Algo que ratifica, tras la victoria de los conservadores en las elecciones al Parlamento Europeo, que hay un cambio de tendencia. Mucho ha contribuido a ello la crisis económica y la percepción que tienen los ciudadanos de que el Gobierno ha reaccionado tarde y con escasa efectividad frente a un maremoto cuya peor cifra es la de los desempleados.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue siendo el líder más valorado, aunque no consigue el aprobado. Le sigue, sorprendentemente, Rosa Díez, la cara de una formación muy personalista como UPyD que muestra indicios de atravesar una seria crisis. El líder del PP, Mariano Rajoy, sigue sin levantar pasiones y sólo aumenta una centésima su valoración.

Son datos que debieran tenerse en cuenta para corregir aquellos aspectos que resultan menos acordes con lo que realmente quiere y desea la sociedad. Y en estos momentos, si no se ataja el problema del paro y se emprende una seria reforma del sistema productivo, no se estará respondiendo a la mayor preocupación ciudadana que refleja la encuesta del CIS. Y lo quieran o no, eso puede tener serias repercusiones en las urnas.