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LAURA MOYÀ

En junio de 2008, 36 Policías Locales de Palma estaban de baja de larga duración, es decir, llevaban más de 90 días sin acudir al trabajo por enfermedad. En el mismo mes de 2009, la cifra ha bajado hasta los 13 agentes, lo que supone un 63,8 por ciento menos, según explicó ayer el regidor de Funció Pública, José Hila. El edil utilizó este dato para justificar la decisión del Ajuntament de contratar a detectives privados para vigilar a agentes que «hacían un uso fraudulento de las bajas».

Una medida que tanto los sindicatos, todos menos UGT, como el PP criticaron durante el pleno municipal. Jaume Garau, que habló en representación del CSIF, USO, CCOO, Stei-i y SPPME, denunció la «perversión de los expedientes disciplinarios» y el «trato de favor que se ha dado a los mandos». «Queremos saber qué criterios se han seguido y porqué sólo se ha vigilado a los policías rasos», dijo Garau. Los cinco sindicatos exigieron la reprobación del regidor de Seguretat Ciutadana, Antonio Donaire, y del intendente jefe de la Policía Local, Nicolás Herrero.

El regidor del PP Àlvaro Gijón denunció la decisión de Cort de contratar a detectives privados. «Quién autorizó la investigación, que ha concluido que tres de los agentes vigilados no habían cometido ninguna falta?», preguntó Gijón. Hila explicó que la medida se había adoptado porque «había que actuar» en casos que «eran de vox populi». «El 98 por ciento de los agentes sí trabajan y cobran lo mismo que los que defraudan», dijo Hila. El regidor de Funció Pública también aportó otros datos. En abril de 2008, 38 policías estaban de baja de larga duración. En el mismo mes de 2009, eran 22, un 42 por ciento menos. En mayo de 2008, la cifra era de 35 y en mayo de este año, de 16, lo que supone un 54 por ciento menos.