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EP-EFE-PALMA El Consell de Mallorca presentó ayer el proyecto de rehabilitación y reforma de Ca l'Ardiaca, edificio que acoge un albergue, centro de día y oficinas de la red de inserción social del Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS), y que supondrá una inversión de 1.355.408 euros, cantidad que incluye la compra y la adecuación del centro.

La reforma supondrá una reorganización de parte de la red de inserción social del IMAS, ya que hará que Ca l'Ardiaca reúna en un mismo espacio las 98 plazas con las que ya cuenta, además de las 50 de Es Refugi y las 60 de Sa Placeta, según informó el Consell insular.

En la rueda de prensa en la que se dio a conocer el plan el conseller insular de Bienestar Social, Jaume Garau, explicó que el proyecto supone un nuevo concepto de centro de inserción social porque une albergue y centro social, además de las oficinas donde el personal recibirá formación para adaptarse a las nuevas necesidades de los usuarios.

Por su parte, el director general de Serveis Socials del Institut Mallorquí, Jesús Mullor, incidió en que el aumento en el número de plazas se debe a que los que utilizan el centro de Sa Placeta serán derivados a este centro.

Asimismo, apuntó que se «repararán» todas las deficiencias en las infraestructuras, así como que se «adecuarán» todos los equipamientos para poder ofrecer «más y mejores» servicios.

Las obras de rehabilitación se iniciarán, tal y como informó Garau, «a principios del mes de diciembre o enero próximos», y tendrán un periodo de ejecución de entre 9 y 10 meses, en los que no se verá afectada la vida cotidiana en el centro ni la de los usuarios, puesto que se irá realizando el cambio por fases.

Inicio de las obras
La obra comenzará con el cambio de la cubierta y la carpintería exterior y posteriormente se abordará al reestructuración del espacio interior en la primera y la segunda plantas, y el altillo, que actualmente está en desuso.

Mullor remarcó que se trata de una «configuración sencilla del centro», aunque corresponde a una idea de conseguir «una casa transitoria» para estas personas que, por diversos motivos, se ven sin recursos y necesitan un lugar en el que poder pasar una temporada.