Vicenç Grande, posando en 2004 en la antigua sede del Grup Drac.

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PATRICIO CANDIA/ALBERT ORFILA

La administración concursal del Grup Drac está culminando con diversas entidades bancarias la venta de activos del holding de Grande que no sólo ha permitido eliminar deuda por valor de 200 millones de euros, sino que además, esos acuerdos puntuales también generarán dinero a repartir entre el resto de afectados del mayor concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) de Balears.

Según confirmaron a este diario fuentes próximas al proceso que se sigue en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Palma, los administradores Jorge Sainz de Baranda, Raimundo Zaforteza y Salvador Fornés cerraron ayer acuerdos con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) a través de los cuales, esa entidad se ha quedado con 120 parcelas de la finca de Binipuntiró, propiedad hasta ahora de Grande. El valor de las escrituras firmadas ascendió a 80 millones de euros.

También, los administradores han llegado a acuerdos puntuales con las entidades Sa Nostra, Banco de Sabadell, Bancaja, Banco Pastor, Banco Guipuzcoano y Banco Sabadell.

En los próximos días se espera firmar el traspaso de otros activos del promotor con el Banco Bilbao Vizcaya, La Caixa, Es Crèdit y Banco Popular, según las fuentes consultadas por este diario.

El valor pactado, lógicamente, es bastante inferior al precio de tasación de esas parcelas, y de otros activos inmobiliarios, declarados por Grande cuando el pasado mes de junio se declaró insolvente en los juzgados.

Pero, con todo, los administradores concursales se han propuesto obtener el máximo rendimiento económico por los activos del ex propietario del Mallorca y, en ningún caso, entrarán en una fase de liquidación de las propiedades.

Grande declaró un pasivo de 600 millones de euros, pero los administradores elevaron esa cantidad hasta los 930 millones. Frente a ese gigantesco pasivo, el promotor opuso activos que superaban los mil millones de euros. Esa cifra ha sufrido modificaciones a la baja debido a la crisis económica y la caída en picado de la construcción.

El 'boom' del ladrillo que ayudó a Grande a amasar una fortuna considerable, está siendo su peor enemigo en épocas de una reducción drástica de la demanda. Uno de los principales acreedores de Grande es Sa Nostra, que reclama al promotor unos 110 millones de euros. Los administradores han llegado a acuerdos para reducir en un 40% esa cantidad de dinero.