En numerosos centros se celebraron fiestas para despedir el curso.

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Ultimo día de clase y lo que menos se hizo fue abrir un libro. La jornada escolar de ayer estuvo dedicada a recoger las aulas y comentar dónde se pasará el verano. Muchos de los escolares ayer acudieron al colegio con bolsas de supermercado que sustituían, sin crear precedente, a las maletas y mochilas, pues en realidad lo que iban a celebrar era una gran merienda entre los compañeros de curso.

Y así lo hicieron en Primaria del colegio Santa Magdalena Sofía, donde el profesor, Vicenç Torres, de tercero B, y sus alumnos además pusieron música de Chenoa para bailar. En el aula de al lado, 27 alumnos y alumnas, junto a su profesora, María Planas, quien por cierto lleva 35 años como maestra del colegio, dedicaron la mañana a cantar, comentar dónde pasarán las vacaciones, merendar y un show de magia protagonizado por uno de los alumnos, el cual fue muy aplaudido por sus compañeros.

Por otro lado, en el colegio Santa Mónica, de Palma, la fiesta escolar fue el jueves pero ayer los más pequeñines, tras la merienda se llevaron un globo a casa, mientras los más mayores lucieron algunas de las prácticas manualidades realizadas, como viseras o bonitas flores. En definitiva, el de ayer, a buen seguro fue uno de los días más felices en clase. Pero también de tristeza, ante la despedida de los propios compañeros, que no se verán hasta septiembre.

J. Aguirre

(texto y fotos)