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LAURA MOYÀ A partir de ahora, las obras que se ejecuten en los espacios urbanos de Palma, ya sean municipales o privadas, sólo podrán contar con una serie de elementos recomendados por el Ajuntament. El Consistorio ha decidido delimitar las tipologías de pavimentos, bancos, farolas, marcadores de límites, delimitadores de las zonas ajardinadas y carteles informativos que pueden ubicarse en Ciutat para, en palabras de la regidora de Urbanisme, Yolanda Garví, «homogeneizar la trama urbana». La forma de hacerlo ha sido a través del Manual d'estil d'elements urbans de l'Ajuntament de Palma, que se presentó ayer por la tarde en el Museu Es Baluard.

«A falta de unos criterios a seguir, hasta ahora las actuaciones se hacían de una forma desordenada», explicó el regidor de Infraestructures, Francisco Donate. El objetivo de Cort es que haya «coherencia» en el mobiliario urbano y, según Garví, que no haya «diferencias entre los barrios en concepto de materiales».

De momento, el manual incluye recomendaciones, aunque podría transformarse en una ordenanza para regular el mobiliario urbano. De momento, se aplicará el manual en todas las nuevas obras y se mantendrán los elementos antiguos, algunos incluidos en el texto. El volumen incluye algunos elementos que se estrenarán con las obras que se están ejecutando a cargo del Fondo Estatal de Inversión Local como, por ejemplo, el pavimento stone-tile, una mezcla de cemento blanco, áridos silicios y gránito que estará en Blanquerna. También se introducirán bancos como el nomo, una silla con apoyabrazos de madera de pino y acero que se pondrá en parques y jardines.

El volumen marca una serie de elementos y, también, elimina otros como, por ejemplo, el pavimento de la Plaça d'Espanya o la Plaça de Santa Eulàlia, que no está adaptado a las normas de accesibilidad y no es antideslizante.

Tanto Garví como Donate remarcaron que se podrán incorporar nuevos elementos en el manual. «Cuando algún promotor proponga un nuevo material, una comisión decidirá si se acepta o no», dijo Garví.