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Miles de personas (aproximadamente unas 3.000 según una estimación de este diario; más de 25.000 según la organización; 4.000, según algunas agencias y 15.000 de acuerdo a otros recuentos) secundaron ayer la manifestación convocada por la organización Círculo Balear para pedir que el Govern modifique la política lingüística y acabe con «la imposición del catalán».

Dirigentes del PP balear, como José Ramón Bauzá o Mabel Cabrer, coincidieron con activistas de ultraderecha, que portaban banderas preconstitucionales, con el aguila, y con dirigentes venidos de fuera de Balears como Rosa Díez (UPyD), Albert Rivera (Ciutadans) o Miquel Durán, ex presidente de la ONCE que ahora es candidato a las europeas.

Carlos Delgado (PP), alcalde de Calvià y 'jefe político' en su ayuntamiento de Jorge Campos (presidente del Círculo Balear) aprovechó su presencia en la manifestación para reprochar a los medios de comunicación el «doble lenguaje» de los actuales dirigentes del PP balear que «ahora dicen que apoyan la libertad lingüística y aplauden los discursos pero luego votan en contra». Delgado dijo que eso tendrá un coste en las urnas y anunció que optará a presidir el PP balear para ser candidato al Govern. Hubo otros cargos y ex cargos del PP, además de José Ramón Bauzá, entre ellos Catalina Cirer, Mabel Cabrer, Francesca Bennàssar o Mauricio Rovira. Rosa Estarás no acudió.

Los lemas fueron variados. Había quienes cantaban «soy español, español, español», pero también otros que aludían a «no a la imposición del catalán», «queremos estudiar en ibicenco» o «somos mallorquines, no catalanes». El único altercado se produjo cuando la manifestación llegó a la altura de la sede del Ateneu Llibertari, de la CNT, y desde su balcón se desplegó una banderola a favor del catalán y contra «el fascismo». En el balcón había personas disfrazadas de guardia civil, de monjas y de folclóricas. Algunos manifestantes levantaron el brazo, según la seña fascista, y otros les increparon. Había banderas de Democracia Nacional, abiertamente fascista.

La manifestación, en la que también participó el presidente de Afedeco, concluyó en la Plaza de España, ante la estatua del rey Jaume I. Campos, en castellano, dio las gracias a los «más de 26.000 participantes» y afirmó que no estaban contra ninguna lengua sino a favor de todas. Pidió la derogación de la Ley de Normalización y afirmó que «ya nada será igual» y que «hemos hecho historia». El sindicato USO, con pancartas, estuvo ampliamente representado.