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Los vecinos de Gènova podrán, por fin, bajar a Palma a pie. La reivindicación histórica de los residentes de esta localidad será una realidad en septiembre si se cumplen las previsiones del Consell de Mallorca.

El Departament de Carreteres del organismo insular ha iniciado estos días las obras de construcción de un paseo paetonal y de bicicletas, un proyecto que tendrá un presupuesto de unos 800.000 euros y que estará listo en un plazo de cuatro meses.

El proyecto prevé la mejora de la carretera Ma-104, en su tramo de 1'5 kilómetros desde la urbanización de sa Teulera hasta el núcleo de Gènova con la construcción de un paseo que transcurrirá por la margen derecha de la carretera. La actuación también afectará a las dos rotonda de entrada a la urbanización y de salida de la Vía de Cintura.

Las condiciones de la actual carretera no permiten una circulación cómoda y segura de peatones y ciclistas, ya que prácticamente no cuenta ni con arcenes en los dos costados de la calzada. De igual manera, las rotondas tampoco están preparadas para asumir la población de viandantes; no existen ni pasos de peatones ni bandas de reducción de velocidad.

El paseo discurrirá al inicio de la carretera pegado al muro y accesos de la base General Asensio. En este tramo, tendrá dos metros de ancho, aunque pasados unos metros se ampliará a 4'80. Una barrera de seguridad de madera y acero separará el paseo de la calzada para mayor seguridad de los peatones y ciclistas y para que los coches no invadan la zona restringida a viandantes y bicis.

Al final del trazado, justo a la entrada a Gènova, el Departament de Carreteres ha proyectado una pasarela para salvar el torrente de Mal Pas. Ésta será de madera y tendrá una longitud de 10 metros de largo por 2'5 de ancho. El proyecto se completará con paneles informativos de la ruta del paseo peatonal.

En las rotondas, el paseo bordeará el costado izquierda (siempre en sentido de Gènova) y se instalarán bandas de reducción de velocidad.
El terreno del nuevo itinerario afecta en un tramo a una zona de antiguas canteras de piedra calcárea de donde se extraía la escollera del Dique del Oeste, según precisa la memoria del proyecto.

Gonzalo Aguiar, director insular de Carreteras, explica la necesidad de ejecutar este proyecto. «Se trata de una carretera muy sinuosa y estrecha, por donde no pueden pasar los viandantes. Para las bicicletas también es muy insegura». «Entre esta población y la ciudad -agrega- no hay una zona alternativa por donde puedan transitar los peatones».

El proyecto se lleva a cabo tras un acuerdo con el Ajuntament de Palma. El Consell asume la obra que afecta a la carretera y que es competencia del organismo insular y el Consistorio tiene previtso continuar este vial con un carril bici desde la salida del núcleo de Génova hasta el campo de fútbol, una vía muy utilizada también por los vecinos de la localidad.

Las obras han comenzado con la selalización de la carretera y las máquinas ya han comenzado a arrancar los árboles que se ven afectados por el proyecto. En principio, la ejecución de las obras se podrá desarrollar sin afectar al tráfico rodado de la carreteras. Ese es el objetivo del Departament de Carreteres, aunque no se podrán evitar algunas retenciones por los trabajos de la constructora durante los próximos cuatro meses.