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La medusa 'physalia physalis', más conocida como, 'carabela portuguesa' ya ha llegado a las costas del sur de Mallorca, según ha informado el profesor de investigación del CSIC, Josep Maria Gili. Además, desde la Direcció General d'Emergèncias (DGE) han confirmado que el teléfono 112 ha recibido una llamada alertando de un posible avistamiento en la playa de Portal Vells (Calvià). Hace unos días se vieron cinco ejemplares en las costas de Formentera. Sin embargo, tanto Gili como desde la DGE insisten en que la 'carabela portuguesa' no es mortal, aunque sí más virulenta que otras variedades de medusas, como la 'Pelagia Nocticula', que proliferan más en el Mediterráneo. «Es como el dolor persistente de la quemadura de un cigarro», explica el científico de investigación del CSIC. Además, añade que para que la picadura de esta medusa llegue a ser mortal tienen que darse una serie de circunstancias simultáneas.

El veneno de la 'carabela portuguesa' afecta sobre todo a los niños y a las personas con problemas cardiovasculares, neurológicos, dermatológicos o asma. Además, Gili puntualiza que los efectos más graves se producen en el caso de que haya una segunda picadura.

Los expertos aseguran que no hay que generar alarma por la presencia de la 'Physalia Physalis', ya que se ven en superficie. El mayor problema es que se rompan sus tentáculos, que pueden llegar a medir hasta 30 metros, y sí producen picaduras.

En caso de picadura, se debe acudir inmediatamente a un punto de socorrista. De no haberlo, no se debe mojar con agua dulce ni arena, únicamente se le puede aplicar agua del mar o vinagre, para que las células que no se hayan disparado no lo hagan. Posteriormente se debe poner una bolsa con hielo sobre la picadura durante unos quince minutos. La herida se debe curar con antisépticos hasta que cicatrice. Si el dolor persiste se debe acudir al médico.

La 'carabela portuguesa' proviene del Atlántico, pero la corriente las llevó en febrero hasta Torremolinos y desde allí las ha arrastrado a las costas de Murcia y, posteriormente, de Balears. Sin embargo, hay disparidad de opiniones respecto a la supervivencia de esta variedad de medusa en el Mediterráneo. Así, los expertos del Instituto Oceanográfico explicaron durante la reunión convocada por la DGE (a la que también asistieron representantes de las direcciones generales de la Mar, Qualitat Ambiental, Ordenació i Planificació, y Promoció Turística, así como de la Demarcación de Costas, representantes de los consells de Eivissa i Formentera y de la empresa Tragsa) que la presencia de este tipo de medusa en las costas de las Islas se trata de un hecho aislado y esperan que en los próximos días los ejemplares encontrados mueran. Por el contrario, Gili asegura que «no se mueren al entrar en el Mediterráneo».