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M. GONZÀLEZ /A. PERELLÓ El director general de Joventut del Govern balear, Joan Artigues, aclaró ayer que la decisión de la Conselleria d´Esports i Joventut de no organizar campos de trabajo y campamentos durante el verano en Baleares «no significa que la oferta vaya a ser menor, ni que los precios vayan a subir».

Puede ocurrir, dijo, «que al final de año se hayan hecho algunos campamentos menos, pero todos los que se hayan hecho habrá estado llenos, no como ocurre ahora que algunos están a media capacidad». Y sobre los precios, declaró que los técnicos evaluarán los proyectos que se presenten y si contemplan precios demasiado elevados no se aceptarán.

Artigues insistió en que el Govern no organizará ningún tipo de actividad de esta índole en sus instalaciones para evitar la «competencia desleal» que habían denunciado algunas empresas privadas y entidades juveniles.

«Pero hablamos sólo de los meses de temporada alta -recordó-, pues a nosotros nos interesa sacar el mayor rendimiento posible a nuestras instalaciones, por lo que en primavera y otoño sí seguiremos organizando e, incluiso, potenciaremos las actividades y los campamentos, durante las vacaciones y fines de semana», añadió.

Sobre todo, informó de que el Govern tiene la intención de «implicarse mucho más» en la organización de campamentos sociales, «como son los que se realizan para menores afectados por alguna enfermedad o lingüísticos, que son más costosos».

Por su parte, la federación de Grups d´Esplai de Mallorca (GDEM) criticó ayer la falta de apoyo a las asociaciones de voluntariado juvenil por parte de la Conselleria. «Se están cargando el tejido asociativo de los jóvenes», aseguró la presidente del GDEM, Silvia Criado. Respecto al nuevo modelo de gestión aseveró que «nosotros no somos empresas y no podremos competir con ellas en el aspecto económico».