Las cifras del paro correspondientes al pasado mes de abril han supuesto cierto alivio en la escalada de destrucción de empleo que se estaba registranto tanto en España como en Balears, toda vez que por lo que hace referencia a nuestra comunidad los indicadores son indiscutiblemente más positivos que en el resto del Estado, aunque lejos todavía de las previsiones del Govern, tal y como ha reconocido la propia consellera de Treball i Formació, Joana Barceló.
España llegó en abril a los 3'6 millones de personas que no tienen trabajo, una cifra brutal que ha crecido un 56 por ciento en los últimos doce meses. La comparación de la realidad balear también es cruda. En Balears hay 71.946 desempleados, un 74'5 por ciento más que en el mismo mes de 2008. Sin embargo, lo más trascendente es el destello de unos primeros síntomas de recuperación del pulso de la economía "siempre a rebufo del turismo" con el aumento de la afiliación a la Seguridad Social y de la contratación. Al final, con el tibio inicio de la temporada, se ha logrado bajar un 4'3 por ciento la cifra de parados, mientras que en el conjunto estatal se ha incrementado en un 1'1 por ciento.
Cabe esperar que al finalizar este mes de mayo el panorama del mercado de trabajo en Balears haya recuperado el tono perdido desde el último trimestre del pasado año. El inicio de la temporada alta y la puesta en marcha de buena parte de las obras públicas previstas en los municipios con las ayudas del Gobierno central deben tener un claro reflejo estadístico, aunque ello no debe utilizarse para maquillar la necesidad de acometer reformas profundas en la estructura económica de Balears que garanticen un período de crecimiento sólido y sostenible.
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