TW
0

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer la sesión de control en el Congreso de los Diputados para lanzar un mensaje tranquilizador en relación al futuro del sistema de pensiones de la Seguridad social tras las declaraciones del gobernador del Banco de España, Miguel Àngel Fernández Ordoñez, en las que ponía en duda su viabilidad a corto y medio plazo.

Ante los diputados, Rodríguez Zapatero dejó claro que las cuentas de la Seguridad Social están saneadas "el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aventuró su continuidad en las condiciones actuales hasta el año 2025" y se distanció claramente de las tesis del gobernador del Banco de España, que incluso ha llegado a sugerir la conveniencia de bajar las pensiones del mismo modo que también lo está haciendo la inflación, medida que está en estudio en países como Alemania o Francia.

La polémica suscitada abre, no obstante, la puerta a una reforma a medio plazo del actual sistema de pensiones español en el que, con toda probabilidad, se tendrán que contemplar aspectos como la ampliación a toda la vida laboral el cálculo final, o su ajuste a la evolución real de la inflación, admitiendo una rebaja en caso de que ésta tenga valores negativos, como sucede en la actualidad. Ambas propuestas figuran en un reciente estudio del Banco de España que ha sido dado a conocer.

Bien está saber que no hay un peligro inminente de bancarrota de la Seguridad Social, pero ello no debe ser una excusa para no reactivar los mecanismos del Pacto de Toledo para que sin prisa, pero sin pausa, analice y proponga los cambios necesarios para asegurar que las próximas generaciones tendrán garantizadas las pensiones.