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A.CABOT La conselleria d'Esports i Joventut, mediante su consorcio de Turisme Jove, ha puesto en marcha el Programa Junior de estudios en el extranjero. Se trata de un proyecto que nació el año pasado con el fin de ofrecer a los jóvenes baleares unas vacaciones estivales donde desarrollar el inglés. De este modo, chicos y chicas de edades comprendidas entre 13 y 17 años pueden pasar dos semanas en Inglaterra compartiendo experiencia y aprendizaje con grupos de estudiantes de todo el mundo. Un total de 60 adolescentes de Balears estuvieron el verano pasado en la King's School of English, situada en la localidad de Pangbourne, cerca de Reading.



Magdalena Rigo es la coordinadora de cursos de idiomas de Turisme Jove y estuvo junto a ellos: «Todo funcinó muy bien, las instalaciones eran muy buenas y estuvieron supervisados las 24 horas», recuerda.

El primer objetivo de este moderno campamento de verano es el aprendizaje del idioma y tal como cuenta Magdalena Rigo, el tiempo les cunde ya que «durante dos semanas coinciden jóvenes de todas partes del mundo y sólo se comunican entre sí en inglés. Y además contábamos con la garantía de una institución de renombre como el King's School of English».

El secreto del buen fruto del proyecto Junior está en la diversión que rodea a las dos semanas que pasaron los estudiantes baleares en Pangbourne. Xisca, Bel, Carme y Javi estudian 4º de ESO en el colegio Sagrado Corazón de Palma y aunque ya estuvieron el año pasado, están encantados con repetir este verano. «Hablé más inglés en dos semanas que en todo un curso», dijo Javi mientras recordaba su experiencia en Inglaterra.

Por otra parte, está el aspecto de la convivencia entre los centenares de adolescentes que conviven en el centro. Xisca, Bel, Carme y Javi coinciden cuando cuentan lo positivo de la experiencia y que «además hicimos muchos amigos y mantenemos contacto por internet». Y, al parecer, algunos de éstos también repetirán.

Xisca explica que, ya que compartían las actividades con estudiantes de China, Rusia, Italia, Arabia, etc., «tenías que improvisar todo el rato y empleábamos el inglés para todo». Y es que además de las horas de clase diarias, cuentan que practicaron todo tipo de deportes, como la escalada, montar en quad, jugar al tenis... deportes y actividades al aire libre complementarias a las clases teóricas. Donde pudieron poner en práctica lo aprendido en clase. Los alumnos se dividían en clases según su nivel de inglés.