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Assumpta Bassa Consolació acogió este año un Davallement más emotivo que nunca y es que, a los 18 años, la pasión se vive a flor de piel. Se escenificó como el primer día y con la ilusión de siempre tras haber alcanzado su mayoría de edad. Los Amics del Davallament de Sant Joan ofrecieron un año más un gran espectáculo en el que la problemática social de nuestros días como las drogas, la violencia y también la corrupción se alternaron con los textos bíblicos. El narrador invitaba a la reflexión.

Se interpretaron diversos pasajes. Así se inicia con la entrada triunfal en Jerusalén en el domingo de Ramos, seguido de la última cena, el momento de la tradición de Judas hasta la entrega a Pilatos. Gran dosis de emotividad se puso en la escena que representa las tres caídas de Jesús llevando la cruz. Otro de los momentos muy sentidos fue la crucifixión de Jesús y de los dos ladrones en unas cruces de más de cuatro metros de altura.

El escenario natural que ofrece el santuario de Consolació es impresionante, con una escalinata donde se desarrolla la gran parte del Davallament. A destacar también son los juegos de luces y toda la iluminación que consigue aportar un gran dramatismo.

Pese a que los pronósticos del tiempo eran malos, al final no llovió y en el santuario de Consolació no hizo frío, pues las antorchas, la música y la puesta en escena fueron todo calidez.