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PATRICIO CANDIA/JOSEP M. AGUILÓ El edificio de Gesa seguirá siendo un BIC (Bé d'Interès Cultural), tal y como lo catalogó el pleno del Consell de 2 de julio de 2007, y, por tanto, no podrá ser derribado por quienes en esa fecha eran sus propietarios, la sociedad Josel S.L. (Núñez y Navarro).

Una sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justícia de Balears (TSJB) confirma plenamente otra anterior de un juez de Palma, que denegó la petición de suspensión cautelar de ese acuerdo del Consell, al que más tarde se sumó el Ajuntament de Palma. Josel S.L. pagó 73 millones de euros por el solar en donde se ubica el edificio y asumió las cargas urbanísticas, paso previo a la petición de las correspondientes licencias municipales.

Pero esos planes de los promotores sufrieron un duro revés cuando el Consell declaró el edificio BIC.
El TSJB deniega el recurso de la empresa de Núñez y Navarro con el argumento de que si se derriba el edificio de Gesa, «sería un perjuicio irreparable». Todo lo contrario de que lo que ocurriría con los promotores, cuyo perjuicio sería «meramente económico y en consecuencia, resarcible».

Cabe recordar que el pasado mes de enero, Núñez y Navarro presentó una demana judicial solicitando la resolución o anulación del contrato que fue suscrito hace cuatro años entre dicha empresa y Gesa. La promotora considera que no se habría cumplido el contrato en los términos en que se firmó, que fijaban que antes del 31 de diciembre de 2008 se tendría que haber derribado el edificio de Gesa.