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M.JUNCOSA Los promotores inmobiliarios prevén una paralización de la actividad al menos en lo que queda de este año y durante todo 2010 debido a las restricciones al crédito y al desplome de las ventas, circunstancia que provocará que siga descendiendo el empleo y la actividad de las empresas constructoras y de las industrias auxiliares en el segmento residencial, según afirmó ayer el presidente de la Asociación Empresaerial de Promotores Inmobiliarios de Balears, Gabriel Oliver.

«Hemos parado la máquina de producir y esto tendrá un impacto negativo en la actividad de la construcción», afirmó Oliver antes del inicio de la asamblea general anual que la patronal celebró en el hotel Valparaíso de Palma.

El presidente de los promotores recordó que actualmente se están visando en la Isla de Mallorca un promedio de 125 viviendas mensuales, frente a las cerca de mil que se proyectaban durante los años 2006 y 2007. Además, Oliver indicó que del total de visados, cerca del 50 por ciento corresponden a proyectos de «autopromción» como chalets o adosados que construyen ciudadanos particulares.

En relación a la política de fomento de la vivienda de protección pública del Govern, Oliver consideró que se deberá reorientar debido a la imposibilidad de los colectivos a los que está dirigida a acceder a la financiación. En todo caso, el presidente de los promotores inmobiliarios recordó que el Govern deberá ahora realizar la tramitación urbanística de las reservas de suelo previstas en la Ley de Vivienda y posteriormente urbanizarlos, por lo que consideró que la construcción de las viviendas se demoptrará como mínimo un año y medio, Por último, Oliver indicó que el sector espera acabar con su stock de viviendas en 2011 ya que pese a la caída de ventas, éstas superan a las viviendas iniciadas.