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Óscar Sánchez es un joven de 29 años que padece la enfermedad de Wilson. Extraña enfermedad degenerativa que en los últimos tiempos, a causa de que ha perdido prácticamente toda su movilidad y que no habla, le obliga a depender de terceros, de su madre sobre todo, que vende por los mercados.

Según nos cuentan su hermana y tía, le detectaron la enfermedad cuando tenía 9 años, «pero hasta los veinte no se le declaró. Y a raíz de la muerte de su padre, empeoró. Hoy le han dicho que no tiene cura. Sin embargo, a nosotros nos han dicho que en Cuba podría haber doctores capaces de curarla. Claro, que si eso es verdad, habría que ir allí. Y Óscar, como no puede moverse, tendría que viajar en unas condiciones muy especiales, tal vez solo, lo cual dificultaría más el viaje. Pero nosotros vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano, y si contamos con la ayuda de la gente, más todavía». La familia nos deja su teléfono 687.048.817. por si alguien puede echarles una mano o sabe de alguien que padeciendo el Wilson esté siendo tratado. Ellos, como bien dicen, están dispuestos a hacer lo que sea por salvar a Óscar.

Según su tía y hermana, otros miembros de la familia padecen esta enfermedad, pero no se les ha desarrollado. «Toman sus medicinas y hacen vida normal. Pero a él le ha tocado lo peor».

Óscar ha visitado médicos y clínicas de Barcelona y Pamplona. «Su madre se ha arruinado tras el chico, vendiendo cuanto tenía para sufragar el gasto de su enfermedad; incluso no hace mucho se ha tenido que desprender de la camioneta con la que iba por los mercados a vender. Y como tiene que mover constantemente a su hijo, ya que éste no se puede valer por sí mismo, tiene las muñecas destrozadas, pues el chico es muy alto y pesa mucho».

Óscar, que hasta los 20 años llevó una vida más o menos normal, «jugaba a fútbol, incluso», señala la tía, ha ido empeorando hasta que no le quedó más remedio que tener que echar mano de la silla de ruedas para desplazarse. Hoy ve pasar los días sentado en una silla o tumbado en la cama, «un día en casa y veinte en el hospital a causas de las crisis que tiene».

Hace unas semanas estuvieron el programa Diario de Patricia buscando ayuda. Pero fueron los últimos en salir y, sin apenas tiempo "pues el programa llegó a su fin a poco de estar ellos en el plató", poco pudieron hacer por divulgar su problema.