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A.CABOT Un año más, y ya van diez, la Societat Balear de Matemàtiques consigue que miles de estudiantes, 4.608 en esta edición, de todas las Islas se unan a las Proves Cangur. Se trata de unas pruebas realizadas de forma simultánea en más de cuarenta países, cuyo objetivo está en «estimular y motivar el aprendizaje de las matemáticas a través de los problemas».

Las pruebas van más enfocadas hacia la lógica y la capacidad de cada persona que no a sus conocimientos. «Depende mucho de la persona», aseguran Carles, José e Inés, estudiantes de 2º de Bachillerato del CIDE. Ésta es su cuarta edición y «cada año es más difícil», dice Inés.

Así como es difícil para unos, «estaba tirado» también para muchos. Por ejemplo Iván, que cursa 4º de ESO y que fue de los primeros en terminar, pues «ha sido fácil».

Las Proves Cangur están dividas en cuatro niveles, una para cada curso de ESO y Bachillerato, y son elaboradas por un grupo de profesores de cuarenta países que se reunió en Berlín el pasado octubre.

Cada examen consta de treinta preguntas en tres grupos de 3, 4 y 5 puntos. Las contestadas erróneamente restaban. Así, había alumnos que explicaban que contestaban «lo justo» y otros que habían rellenado algunas «a boleo». Los problemas tocaban distintas áreas matemáticas como lógica, álgebra o trigonometría.

Los premios constan de cuatro matrículas gratis en la UIB para los ganadores del nivel de 2º de Bachiller y libros y juegos para los diez primeros de cada categoría.

Este año se han inscrito 2.283 estudiantes de la zona de Palma, 642 de la de Inca, 621 de Manacor, 830 de Menorca y 232 de Eivissa y Formentera.