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Las calles de los municipios de la Part Forana se llenaron de escolares disfrazados durante la tarde de ayer. Y es que en el Dijous Llarder son los más pequeños quienes acaparan el mayor protagonismo.

Hace semanas que guarderías y aulas de Infantil preparaban minuciosamente el disfraz que, finalmente, ayer pudieron lucir orgullosos ante padres y abuelos que salieron a la calle para ver los más pequeños de la casa.

Ataviados con trajes elaborados manualmente, animales y elementos de la naturaleza fueron los disfraces más repetidos. Así, mientras que en Muro la tradicional Rueta se celebró a las doce del mediodía, en Inca, donde participaron más de 40 comparsas, o Binissalem, el desfile empezó sobre las cuatro de la tarde. La música, el color y la diversión fueron, sin ninguna duda, las principales notas de la tarde de ayer.

En la comarca de Manacor algunos municipios aprovecharon ya la mañana para celebrar las Ruetas en los colegios. En Algaida, los más pequeños emularon a las Rondalles para hacer su particular juicio a en Camestortes, después de un pasacalles por la localidad.

En Felanitx la tarde del Dijous Llarder también fue para los más pequeños, que desfilaron con todo tipo de disfraces por las calles más céntricas de la ciudad.

Manacor se volcó un año más con los disfraces de los niños de la localidad y sa Bassa se llenó de miles de personajes llegados de todos los rincones del mundo y de todas las épocas.

En Llucmajor, los niños participaron en un cercaviles que tras recorrer diversas calles de la localidad finalizó en la Plaça d'Espanya, donde los pequeños disfrutaron con la actuación del grupo infantil Cucavela. Payasos, princesas y piratas se convirtieron por unas horas en los protagonistas de la Rueta del Dijous Llarder.

Estas localidades son sólo un ejemplo de la emocionante jornada que vivieron miles de niños en los distintos pueblos de Mallorca, vestidos de su personaje favorito, con disfraces comprados, confeccionados por las abuelas o hechos en clase.