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La Ponència Tècnica de la Conselleria de Medi Ambient decidió aceptar ayer la solicitud hecha por Cort al Govern semanas atrás en la que el Ajuntament pedía que no fuera necesario redactar un informe o evaluación de impacto ambiental "al que la propia Conselleria de Medi Ambient debería de haber dado su visto bueno" sobre el hotel del Palacio de Congresos.

Dicha petición se hizo en el marco del actual proceso de modificación puntual del Pla General d'Ordenació Urbana (PGOU) de Palma para el nuevo proyecto del hotel anexo al Palacio de Congresos, que prevé que dicho hotel se construya finalmente en un único solar municipal en lugar de los dos solares previstos en el proyecto originario. La tramitación de un informe de impacto ambiental habría podido durar, en este caso concreto, unos seis meses.

La Ponència Tècnica introdujo ayer, no obstante, una prescripción en sus conclusiones, la de que Cort deberá de realizar una evaluación de «impacto paisajístico» del citado hotel, y luego decidir si la altura máxima prevista para el mismo supondrá o no un impacto visual en la zona. La redacción de este informe se podría llevar a cabo en sólo unas semanas.

Con la citada prescripción, la Conselleria de Medi Ambient ya no está obligada a dar su visto bueno o no sobre el posible impacto ambiental del hotel.
La evaluación de «impacto paisajístico» deberá ser realizada por Cort cuando vaya a presentar al Consell de Mallorca la citada modificación puntual del PGOU para su aprobación definitiva por parte de la institución insular. El Ajuntament considera que el cambio en el diseño del hotel con respecto al proyecto originario no causará impacto visual en el entorno de la primera línea de la fachada marítima.

Cabe recordar que el hotel tendrá una altura de 39 metros en un 52 por cien de su superficie y de 28 metros en el 48 por cien restante, mientras que el Palacio de Congresos tendrá una altura máxima de 20 metros. En el proyecto originario, estaba previsto que el complejo formado por el Palacio de Congresos y el hotel tuviera una altura máxima de 20 metros, excepto en un 30 por cien, en donde estaba prevista una altura máxima de 30 metros.

El próximo 30 de enero se reunirá la Comissió Balear de Medi Ambient, que decidirá de forma definitiva sobre la resolución adoptada ayer por la Ponència Tècnica, si bien todo apunta a que, en principio, la citada comisión política se pronunciará en el mismo sentido que dicha comisión técnica.