Raixa recuperará su laberinto tras su restauración. Ésta es una de las principales novedades del proyecto básico de rehabilitación de los jardines y del entorno de la possessió, que ha sido realizado por un equipo multidisciplinar de la Universitat de les Illes Balears (UIB) liderado por Toni Martínez y Júlia Roman. En estos momentos, la propuesta está en manos de la Fundación Biodiversidad, quien debe darle el visto bueno. El Ministerio de Medio Ambiente ha destinado una partida de su presupuesto de 2009 para las obras de adecuación.
El diseño prevé recrear el laberinto, del que no existe documentación gráfica, sólo bibliográfica y oral. «Queremos recuperar el itinerario por la montaña, con los pabellones, los miradores y la ermita», según Júlia Roman y Antoni Martínez. El principal objetivo de la restauración es «recuperar el sentido de Raixa», es decir, «dotar de contenido la posesión» y dejar constancia de que fue propiedad de un «hombre ilustrado», el cardenal mallorquín Antoni Despuig.
De ahí que el equipo que ha realizado el proyecto haya propuesto trasladar las esculturas que el cardenal ubicó en los jardines, que en la actualidad se encuentran en el Museu de la Ciutat (en el Castell de Bellver), a Raixa. Y no sólo las esculturas, también cartografías y otros materiales que el cardenal tenía en la possessió.
Otra de las novedades de la propuesta es que «el paisaje recupere su importancia». ¿Cómo? «Poniendo en valor las terrazas de la finca». Y, también rescatando los usos del medio rural que rodean Raixa y que formaron parte de su día a día. «Queremos potenciar los cultivos, al igual que las zonas de almendros». ¿Por qué? «Para demostrar que la possessió era un centro de arte, de placer y de producción agrícola», según los promotores del proyecto, que también han realizado Maria Bel Riera, Jaume Lluís e Inma Gascón.
El proyecto pretende «romper con los tópicos» que hay en torno a Raixa. «Los jardines son de los siglos XVIII y XIX, por lo que el safareig no es de origen islámico, como se cree». Se trata de una aljibe que se diseñó en el último tercio del siglo XVIII y que, después, se reconvirtió en safareig. «Permite regar los jardines y los huertos». En los jardines, se reintroducirán especies que han desaparecido y se mantendrá funcional el sistema de riego.
La intención del Consell es abrir las puertas de Raixa al público enseguida que se consiga el final de obra. Después, se pondrán en marcha las visitas, que irán ampliándose de forma escalonada a medida que se vaya llevando a cabo la restauración de los jardines. La institución insular está estudiando la posibilidad de que Territori del Consell y Agricultura del Govern puedan realizar proyectos en la finca. Medi Ambient también tendrá un papel destacado.
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