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Los poblers siempre han tenido fama de feiners y matiners y ayer, víspera de la revetla de Sant Antoni muchas familias refrendaron estas cualidades empezando muy temprano la tarea de elaborar las típicas espinagades, bocado suculento donde los haya, para agasajar a familiares y amigos que acudan hoy a los foguerons de la Nit Bruixa.

Ultima Hora visitó varios de estos domicilios, empezando por el de la familia de Juan Pieras, en la calle Mayor, donde Bel Font (Can Reus), Margalida Pizá (Can Gúa), Antonia y Juana Comas (Can Pelut) y Magdalena Socías (Can Moix) elaboraron más de 50 piezas de lomo y col y anguilas. Juan Pieras, el único gallo del gallinero, se encargó de cocerlas en un antiguo horno de piedra. Las señoras elaboraron una masa exquisita a base de dos kilos de harina, 5 vasos de agua de 250 cl. 2 tacitas de las de café de aceite y un poco de levadura prensada. Se amasa y se deja laudar un rato y ya está lista. El relleno de las de lomo y col y anguila fue generoso y muy bien aliñado. Luego visitamos a Jaume Mestre, de Cas Cotxer quien junto a su equipo elaboraron más de doscientas piezas que se venderán hoy en su popular bar ubicado en la plaza.

En el bar Ca sa Miss, Antonia y Margalida Portell (Can Bisquerra) se encargaban de elaborar otras doscientas piezas entre col y anguila que se venderán hoy al precio de 25 euros pieza. En la calle Ramón Llull, Margalida Carbonell, Antonio Cañellas y Gabriel Payeras elaboraron espinagades y las cocas de verdura de Sant Antoni, a fin de animar la revetla y cantar con fuerza. Por último, en la calle Nord, Francisca Fiol y sus jóvenes hijas Magdalena y Cati Cañellas, las elaboraron de anguila.

Amalia Estabén