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Ayer comenzó, de manera oficial, el período de rebajas en Balears, aunque desde hacía semanas que ya se venían aplicando importantes descuentos comerciales en un claro esfuerzo empresarial por reactivar el consumo. Las principales organizaciones del sector coinciden en apuntar la trascendencia que tienen las rebajas de este año respecto a la supervivencia de muchos establecimientos ya que, según todas las previsiones, la importante bajada de precios que se están aplicando se supone que tiene que acabar siendo un buen reclamo para cubrir los dos principales objetivos: reducción de los stocks almacenados y, por supuesto, obtener liquidez financiera.

La primera jornada de las rebajas estuvo marcada por una climatología adversa, circunstancia que afectó con seguridad la afluencia de clientes a los establecimientos comerciales a pesar de la agresividad de los descuentos que se aplican este año. Todo indica que, a pesar de la crisis, los consumidores, aunque con menos entusiasmo que el deseable, acabará sucumbiendo al reclamo de unos precios muy ventajosos en productos de plena temporada.

El principal beneficio del éxito en estas reabajas será, sin duda, la posibilidad que ofrecen de frenar la destrucción de empleo en un sector que, después de la construcción, se ha visto más afectado por el frenazo económico que, en la práctica, se ha traducido en un desplome del consumo. La necesidad de cuidar mucho más la administración de los recursos familiares es uno de los factores a tener en cuenta para explicar el previsible interés de la presente temporada de rebajas, un cálculo que no pocos consumidores ya habían hecho con antelación. El sentido común siempre será el mejor consejero para nuestro bolsillos.