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A Margalida Alemany no la vamos a presentar. No hace falta. Es conocida por todos, pero sobre todo por su exquisita cocina.
A Margalida la invitamos a que se acercara al ático del Corte Inglés de Avenidas para que nos montara la mesa de Navidad, cosa que hizo con suma facilidad, así como un exquisito gusto.

Montó una mesa para dos, y lo hizo a base de una mantelería Navidad modelo Acebo; una cubertería WMF mod. Signum; una cristalería Schott mod. Diva/Clásico; una vajilla Capeans mod. Luis XV blanco y un centro de decoración Ponsetia
Margalida es partidaria de pasar siempre la Nochebuena con un buen amigo en casa, en torno a una mesa sencilla, con pocos adornos, «como mucho una flor sobre el mantel», ya que es de la opinión de que «los que estamos cenando nos hemos de ver» y si hay espacio sobre la mesa, que sea para los platos.

Es también amante de una larga sobremesa, «viendo la tele y, sobre todo, hablando, haciendo el balance de lo que ha sido el año que acaba y comentando algunas de las cosas que han ocurrido a lo largo de él». Y, por supuesto, en la madrugada «¿por qué no tomar un chocolate con ensaimadas, o si no, con coca de Valldemossa?».

Margalida es de las que la preparación de una cena de Nochebuena no la agobia para nada, «ya que, como acostumbro, lo suelo tener todo preparado, a punto».

Igualmente recomienda que antes de servir la cena, «hay que revisar cómo está todo, o si falta algo», y si son varios los comensales, que en estas fechas lo son, «y si alguien quiere colaborar echando una mano, pues que lo haga»