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La empresa Fomento Contratas y Construcciones (FCC) se dirigió en 2007 a la consellera de Presidència i Esports del anterior Govern de Jauma Matas con un mensaje imperativo: o eleva el presupuesto o renuncia a la construcción del Palma Arena.

Así lo establece la denuncia presentada el pasado verano por el Ejecutivo de Francesc Antich en la Fiscalía Anticorrupción, a la que tuvo acceso Ultima Hora. La advertencia surtió efecto, y el Govern de Matas aumentó las partidas presupuestarias, generando, al final un sobrecoste millonario (de 46'4 millones de euros se pasó a más 100), que es investigado bajo secreto del sumario por el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Palma, José Castro.

La denuncia del Ejecutivo de Antich, firmada por el abogado de la Comunitat Autònoma, califica de «increíble» esa circunstancia, ya que, asegura, los contratos de la Administración deben cumplir de forma escrupulosa una serie de reglados.

Entre ellos, menciona la adjudicación como paso previo para cualquier modificación, sobre todo, si se tiene en cuenta de que existen importantes diferencias entre lo licitado y el coste final de la obra.

La advertencia del delegado de FCC en Balears surtió efecto, ya que el anterior Govern, condicionado por la necesidad de inaugurar el velódromo para la celebración del Mundial de Ciclismo en marzo de 2008, aceptó incrementar el presupuesto. FCC, que formó parte de una UTE junto a Melchor Mascaró, aceleró el ritmo de los trabajos, a pesar de que todas las empresas que se habían presentado al concurso habían puesto de manifiesto «la imposibilidad» de cumplir los plazos y precios licitados.