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Consensuado con el Partido Popular, el Gobierno ha aprobado un anteproyecto de reforma del Código Penal que introduce importantes novedades respecto al texto actual, en especial en lo que hace referencia a las modificaciones respecto a los delitos sexuales y el terrorismo, además de incorporar nuevos tipos referidos a la corrupción entre particulares, acoso laboral, trata de seres humanos, urbanismo ilegal o clandestino, pornografía y prostitución infantil, informática, piratería y consumo.

El texto aprobado por el Gobierno es un punto de partida de esta importante y necesaria reforma del Código Penal, cuyo texto debe adaptarse a las nuevas formas de delincuencia y resolver determinadas lagunas legales que generan una importante alarma social; en especial en todos aquellos aspectos relacionados con el terrorismo y los delitos sexuales. Sobre estos dos últimos, el texto aprobado prevé la prolongación, hasta 20 años, de la libertad vigilada de los condenados, extremando su control e impedir la comunicación con sus víctimas.

Otros detalles del texto aprobado hace referencia a la ampliación, hasta los 10 años -el doble del actual-, del plazo de prescripción de los delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social e interrupción del cómputo de la prescripción de los delitos mediante el inicio de una actuación material sustancial por parte del estamento judicial.

Hace falta saber las modificaciones que sufrirá el texto inicial de estos cambios del Código Penal en toda la tramitación parlamentaria, a pesar del acuerdo entre las fuerzas políticas mayoritarias, y si no se vulnerarán principios constitucionales. En todo caso, el esfuerzo era imprescindible llevarlo a cabo para no romper la confianza en la Justicia.