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P. CANDIA/M. JUNCOSA El concurso de acreedores voluntario (antigua suspensión de pagos) de la aerolínea Futura International Airways ya está en marcha. El titular del Juzgado de lo Mercantil 1 de Palma, Víctor Fernández, ha declarado el concurso porque la compañía aérea «ha justificado su estado de insolvencia y la imposibilidad de atender regularmente sus obligaciones», según el auto que dictó ayer. Futura adeuda unos 50 millones de euros a sus acreedores, la mayoría de ellos suministradores de carburante, según publicó el pasado 9 de septiembre.


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En la resolución, el juez Fernández afirma que «debe accederse a lo solicitado, declarando el concurso voluntario de la solicitante». Con ello, Futura «conserva las facultades de administración y disposición, quedando sometido su ejercicio a la intervención de los administradores concursales», añade el auto.

Los administradores concursales nombrados por el juez son Borja Casasnovas, en su calidad de abogado, Martín Rubio, economista y El Corte Inglés, que representará a los acreedores y que deberá designar a un economista o auditor.

Los acreedores disponen de un mes de plazo para presentar el importe de los créditos que reclamarán. El auto del juez también fue comunicado a la Dirección General de Aviación Civil, y a los juzgados decanos de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Málaga y Mallorca, ya que junto a Futura presentó concurso de acreedores la filial Servicios Aéreos Integrales SAU.

Viabilidad
El Ministerio de Fomento deberá determinar en los próximos días si acepta o no el plan de viabilidad presentado por Futura, porque el mismo contempla una reducción drástica de flota y personal en todos sus departamentos, que afectan de manera especial a su base y sede de Palma. De los 1.200 trabajadores de la aerolíneas, unos 600 están amenazados por el paro.

Los trabajadores han expresado de forma reiterada en estos días su temor a que Futura haya iniciado un proceso judicial que culminará «probablemente» con la liquidación de la sociedad. Esto ocurrirá si tras el análisis de la documentación, los administradores judiciales llegan a la conclusión de que los activos no son suficientes para hacer frente a las reclamaciones de los acreedores. Futura ha dejado de volar, tiene sus aviones en tierra y sólo opera la compañía filial, de carga, Flyant.