TW
0

ÀLEX CABOT
Y llegó el día. Ayer comenzaron las clases en Balears y las calles a primeras horas de la mañana ya estaban pobladas de padres y madres que acompañaban a sus hijos de camino al colegio. Algunos iban con la cara de sueño, otros eufóricos, y otros como si no se acordasen dónde iban. Los que fueron en coche a clase tuvieron que aguantar el atasco de 'bienvenida', especialmente en la Vía de Cintura.

Ramón tiene tres hijas, una de ocho, una de cinco y una de tres, y está «muy contento» con el comienzo de las clases. «Es un descanso, ya que volvemos a la normalidad, retomamos los horarios y, de paso, las niñas vuelven a acostarse temprano», cuenta, y su hija mayor corrobora que se han estado acostando tarde durante el verano.

El problema que ha tenido Ramón es que el primer día de colegio para los más pequeños se hace en horario reducido y «han entrado a las nueve y salen a las doce y nos rompe un poco la mañana». Y así le ocurrirá durante toda la semana porque su hija pequeña cursa Infantil y tendrá horario reducido toda la semana. Así la pequeña entrará a las nueve y saldrá a las doce, mientras que las dos más mayores entrarán a las nueve y saldrán a la una y media.

Marisol tiene un hijo de once años que estudia en el colegio Son Pizà y cuenta que tanto ella como su hijo estaban «contentos» con la 'vuelta al cole' ya que ella trabaja de mañana y su hijo se tenía que quedar en casa. «En el colegio siempre tengo la certeza de que va a estar bien y de que no se aburre», añade Marisol.

Asun y Catalina son dos amigas cuyos hijos, de cinco años, van juntos al colegio Eugeni López; Catalina cuenta que su hijo no tenía demasiadas ganas de volver a clase, «la semana pasada la gente ya le decía que pronto empezaba el cole y él contestaba que no quería ir, que no le gusta estudiar». A Catalina tampoco le apetecía mucho que su hijo volviera a clase, «porque sólo he tenido quince días de vacaciones y tampoco es que le haya visto mucho más».