El presidente de Futura, Román Pané, tras ser recibido en audiencia por el president Francesc Antich, fue parco en palabras y se limitó a decir que «hay otro plan de viabilidad». Con estas palabras, tras agradecer la predisposición del Govern en la crisis de la aerolínea, zanjó su contacto con los medios de comunicación.
Este nuevo plan de viabilidad, que no existía el día anterior, ha surgido tras el interés manifiesto del fondo de inversión australiano Highbury Investments sobre la filial de cargo de Futura, Flyant, circunstancia que despertó ayer todo tipo de temores y especulaciones en el comité de empresa y entre los sindicatos, como así lo puso de manifiesto el presidente del Comité de Empresa de Futura, Alejandro Juárez, quien denunció públicamente una operación, encubierta y posiblemente fraudulenta en este proceso.
«Pedimos al Govern que investigue esta operación, porque nos tememos que a través de Flyant, que consiguió licencia para transporte de pasajeros en julio, se quiera trasvasar parte de trabajadores, con una clara estrategia de desviar actividad, porque se trata de una compañía con costes muy reducidos. Todo ello, claro está, en detrimento de la viabilidad de Futura».
De esta forma, manifestó que el nuevo plan de viabilidad de Futura pasaría por la «subsistencia» de Flyant, que también ha solicitado un concurso de acreedores. Por este motivo, pidió a Antich una investigación profunda sobre esta posible maniobra por parte de la dirección de Futura, dado que en caso de confirmarse sería «muy grave, porque nos da miedo que pueda ser algún tipo de maniobra para derivar la actividad aérea hacia una nueva aerolínea, lo que evitaría los costes del personal que pudiéramos tener ahora», aseveró.
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